Redacción.- La vida de Matthew Pascoe, un hombre de 33 años de Colchester, Essex, en Reino Unido, ha estado marcada por una lucha constante contra la gastroparesia, una enfermedad que lo llevó a vomitar hasta 60 veces al día y que ha transformado por completo su existencia desde su diagnóstico en 2018.
En aquel entonces, Pascoe, quien también tiene diabetes tipo uno, pensó que sufría una infección, ya que experimentaba náuseas frecuentes y episodios de deshidratación que requerían atención hospitalaria urgente.
La gastroparesia es un trastorno poco común que ralentiza o detiene el paso de los alimentos del estómago al intestino delgado, impidiendo la digestión normal y provocando síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos persistentes.
Según Mayo Clinic, en esta afección los músculos del estómago no trasladan los alimentos como deberían, lo que impide que el estómago se vacíe correctamente. Aunque en muchos casos la causa es desconocida, la gastroparesia puede asociarse a la diabetes, a cirugías previas o a enfermedades virales. No existe una cura definitiva, pero los medicamentos y los cambios en la dieta pueden ofrecer cierto alivio.
La búsqueda de respuestas médicas resultó infructuosa durante un tiempo, ya que los especialistas consideraron inicialmente otras causas, como una úlcera de estómago o una posible ruptura de apéndice. La situación se agravó al punto de que, tras un colapso en su domicilio y el inicio de una falla orgánica, su familia gestionó una derivación privada para obtener atención especializada.


