Nieve, hielo, vientos fuertes y temperaturas peligrosamente bajas. Este es el resumen de la tormenta intensa de frío invernal que azota a Estados Unidos y que tiene en alerta a más de 60 millones de estadounidenses están en alerta. El temporal ha obligado al cierre de colegios, corte de carreteras, la cancelación de más de 1.700 vuelos y el retraso de otros 3.000 en varios estados desde primera hora de este lunes, principalmente los del centro y el sur hasta la costa este.
Al menos seis estados del país, entre ellos Virginia y Misuri, así como el Distrito de Columbia, han declarado el estado de emergencia debido al temporal y las autoridades locales han cancelado las clases en los colegios y hecho un llamamiento a extremar las precauciones. En Kansas, Nebraska e Indiana, la acumulación de nieve y hielo ha provocado que las carreteras sean intransitables. Así, en este último estado se ha activado a la Guardia Nacional para asistir a los conductores atrapados, mientras que casi 300.000 hogares y negocios en Kentucky, Virginia, Virginia Occidental, Indiana, Illinois y Misuri se han quedado sin electricidad, según recoge el sitio web PowerOutage.us.
En Washington se espera que se puedan acumular hasta 15 centímetros de nieve, convirtiendo este temporal en uno de los más grandes de los últimos años. Precisamente, la capital será uno de los puntos más afectados, ya que, como advirtió el NWS, la tormenta se está desplazando desde las llanuras centrales de EEUU hacia la costa este. De hecho, en algunos puntos de Kansas y Misuri, que se encuentran en el centro del país, ya se han acumulado hasta 45 centímetros de nieve. “En las áreas más afectadas esta podría ser la nevada más intensa en al menos una década”, advierte el NWS.
El cierre de escuelas ha sido generalizado. En estados como Indiana, Kentucky, Missouri, Kansas y Maryland, los colegios han anunciado este lunes la cancelación de las clases. El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, y el de Maryland, Wes Moore, han declarado los estados de emergencia e instaron a la población a permanecer en casa para evitar accidentes. “Vemos demasiados accidentes en las carreteras; pedimos a todos que se queden a salvo dentro de sus casas”, ha instado Beshear.
Entre 12 y 25 grados por debajo
Por su parte, el gobernador de Maryland ha subrayado en un comunicado que mantener la seguridad es su “máxima prioridad”: “Por favor, manténgase fuera de las carreteras durante esta tormenta. Prepare su casa y a su familia y cargue sus dispositivos de comunicación por si se queda sin electricidad”.
A partir de este lunes, los dos tercios orientales de EEUU experimentarán un frío y una sensación térmica peligrosos y escalofriantes, según los meteorólogos. Las temperaturas podrían estar entre 12 y 25 grados por debajo de lo normal. En Louisville, Kentucky, se ha llegado a registrar una nevada récord de 19,5 centímetros el domingo, superando un récord que había permanecido vigente desde 1910.
El transporte aéreo se ha visto gravemente afectado, con más de 1.700 vuelos cancelados y unos 3.000 retrasados en aeropuertos de todo el país este lunes, según recoge el portal FlightAware. Los aeropuertos más afectados son el Nacional Ronald Reagan, el Washington Dulles y el de Baltimore (todos cerca de la capital estadounidense) y el Internacional Lambert de St. Louis en Misuri.
Al caos del temporal tampoco ha escapado el transporte ferroviario. Ya el domingo, Amtrak canceló más de 20 trayectos, y tenía al menos 40 cancelaciones adicionales programadas para el lunes. “Si las autoridades piden que no se viaje, no es prudente mantener los servicios operativos”, ha manifestado Marc Magliari, portavoz de Amtrak.
Y es que durante el fin de semana, las autoridades estadounidenses reportaron cientos de accidentes de tráfico en estados como Misuri, Indiana, Kansas y Virginia. Justo en este último, se han registrado al menos 230 colisiones en 12 horas, con más de 20 heridos y un accidente mortal bajo investigación. Además, la Policía del Misuri ha informado de que un hombre ha muerto tras ser atropellado por un camión que se deslizaba por el hielo de la carretera.
