Una foto en Facebook supuestamente muestra a Kristel Candelario en una playa de Puerto Rico mientras su bebita de 10 meses moría sola en una vivienda en Ohio.
La imagen de portada compartida en la red social el 9 de junio incluye el mensaje: “El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido”.
A la ecuatoriana se le ve posando sonriente mientras camina por la playa.
La imagen habría sido tomada en la isla caribeña durante las vacaciones de unos 10 días que tomó la mujer. Mientras Candelario disfrutaba de las paradisíacas playas de la “Isla del Encanto”, la pequeña Jaylin sufría sola y sin supervisión en la vivienda ubicada en Lorain Avenue y West 97th Street de Cleveland. Candelario la dejó en un corral con unas botellas de leche.
El lunes pasado, la hispana fue sentenciada a cadena perpetua sin derecho a fianza por los hechos.
Candelario admitió que abandonó a la pequeña dentro de la casa del 8 al 16 del referido mes.
Agentes llegaron a la casa el 16 de junio.
En un principio, sin embargo, la originaria de Guayaquil le mintió a las autoridades sobre lo que en realidad ocurrió, e incluso le habría cambiado la ropa a la bebé antes de llamar al 911. La madre alegó que la menor llevaba días enferma.
Los fiscales del caso en el condado Cuyahoga indicaron en corte que, cuando los oficiales llegaron a la escena, Jailyn yacía en un colchón cubierta de orina y heces. “Animales cuidan mejor a sus crías que ella”, alegó la fiscal Anna Faraglia.
La niña estaba demacrada, con los ojos hundidos, labios secos y material fecal en su boca y uñas. La menor pesaba siete libras, menos de lo que pesaba en la última visita al doctor dos meses antes.
En la audiencia de sentencia, la mujer de 31 años manifestó que su hija y Dios ya la habían perdonado.
“Hay mucho dolor con respecto a la pérdida de mi bebé Jailyn. Estoy muy dolida por todo lo que pasó. No estoy tratando de justificar mis actos, pero nadie sabe cuánto yo estaba sufriendo y por lo que estaba pasando. Todos los días le pido perdón a Dios y a mi hija Yailin. Soy una persona creyente de Dios y reconozco hoy que todos y todas, en muchas ocasiones, somos tentados por el enemigo. Dios y mi hija me han perdonado”, declaró la mujer en español al juez Brendan J. Sheehan.
Candelario, acusada de asesinato en primer grado, además pidió perdón a otras personas que resultaron afectadas por su acción.
“Quisiera pedir perdón también a mi hija Amaya y a mis padres. No se imaginan cuán unida yo era a mi hija Jailyn y Amaya; y cuánto nos amábamos todas. Extraño mucho a mis hijas”, añadió.
Los padres de la mujer, Ketty Torres y Klever Calendario, pidieron clemencia para ella e insistieron en que sufre de enfermedades mentales.
“Con esto no quiero victimizar ni justificar a nadie, solo mirar el yo interior de quien hoy está aquí sentada siendo juzgada”, señaló la madre.
“Señores, las enfermedades de salud mental no se reflejan en el rostro ni en una foto. Nacen y se quedan en el alma. Solo un tratamiento a tiempo y eficaz con ayuda de terapistas y médicos ayudan a mejorarlo”, continuó.
El juez planteó que la acusada dejó a la bebé atrapada en una pequeña prisión mientras la pasaba bien.
“El vínculo entre madre y niño es uno de los más puros y más sagrados. Es una relación que se construye en el amor, la confianza y protección inquebrantable…Tú cometiste el último acto de traición”, señaló Sheehan.
“Esa pequeña bebé perseveró, esperando que alguien la salvara. Y tú pudiste haber hecho eso con una simple llamada telefónica. En lugar de eso, yo veo fotos tuyas en la playa mientras tu bebé se comía sus propias heces en un intento por sobrevivir”, cuestionó el juez.