WASHINGTON — Un gran jurado acusó formalmente a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, de fraude en el último caso del Departamento de Justicia contra un supuesto enemigo del presidente Donald Trump, informó a The Associated Press el jueves una persona familiarizada con el asunto.
James fue acusada formalmente en el Distrito Este de Virginia por un cargo tras una investigación de fraude hipotecario, según la persona, que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizada a hablar públicamente del asunto.
La oficina de James no emitió comentarios de inmediato el jueves.
La acusación formal, dos semanas después de un caso penal separado que acusaba al exdirector del FBI, James Comey, de mentir al Congreso, es el último indicio de la determinación del gobierno de Trump de usar las facultades policiales del Departamento de Justicia para perseguir a los adversarios políticos del presidente y a las figuras públicas que alguna vez lo investigaron.
El caso de James permaneció bajo secreto el jueves, lo que imposibilitó evaluar las pruebas que tienen los fiscales. Pero, al igual que con los cargos contra Comey, la fiscalía se basó en un caso sorprendentemente poco convencional. Hace dos semanas, la administración Trump destituyó a Erik Siebert, el veterano fiscal que supervisó la investigación durante meses, pero que se había resistido a la presión para presentar una denuncia, y lo reemplazó por Lindsey Halligan, una asesora de la Casa Blanca que fue abogada personal de Trump, pero que nunca ha trabajado como fiscal federal.
Trump lleva meses abogando por acusar a James, publicando en redes sociales sin citar ninguna prueba que ella es “culpable como el demonio” y declarando a los periodistas en la Casa Blanca: “Me parece que es realmente culpable de algo, pero realmente no lo sé”.
James, demócrata en su segundo mandato, ha negado haber actuado mal. Ha declarado que cometió un error al rellenar un formulario relacionado con la compra de la vivienda, pero que lo rectificó rápidamente y que no engañó al prestamista.
Su abogado ha acusado al Departamento de Justicia de inventar un caso penal falso para resolver la venganza personal de Trump contra James, quien el año pasado obtuvo una sentencia abrumadora contra Trump y sus empresas en una demanda que lo acusaba de mentir a bancos y otros sobre el valor de sus activos.
El Departamento de Justicia también ha estado investigando acusaciones relacionadas con hipotecas contra Lisa Cook, miembro de la junta de la Reserva Federal, utilizando la investigación para exigir su destitución, y contra el senador Adam Schiff, demócrata por California, cuyo abogado calificó las acusaciones en su contra como “transparentemente falsas, obsoletas y desacreditadas desde hace tiempo”.
Pero James es un blanco particularmente personal. Como fiscal general, demandó al presidente republicano y a su administración decenas de veces y supervisó una demanda que lo acusaba de defraudar a los bancos al exagerar drásticamente el valor de sus propiedades inmobiliarias en los estados financieros.
Un tribunal de apelaciones anuló la multa, que se había disparado a más de 500 millones de dólares con intereses, pero confirmó la conclusión de un tribunal inferior de que Trump había cometido fraude.
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