La estabilidad en las políticas educativas

0
53


En el sector educativo, la sociedad deposita grandes esperanzas de lograr avances significativos en la calidad de vida de las personas, tanto mediante el ascenso social como mediante una mayor productividad sustentada en una mano de obra bien calificada. Por eso nadie cuestiona de forma seria que se destine el 4 % del PIB al financiamiento de la educación.

Sin embargo, los resultados de aprendizaje que obtienen nuestros alumnos no corresponden con esas expectativas. En la entrega anterior señalé que la frecuencia de los cambios en el Ministerio de Educación podría ser una de las causas, dado que los planes elaborados suelen dejarse de lado antes de alcanzar sus metas. Cada ministro busca imprimir su sello personal, debilitando políticas que requieren continuidad a largo plazo, como una reforma curricular cuyos frutos solo se ven después de 12 años.

La estabilidad de los ministros es importante, pero no imprescindible. En los países nórdicos, por ejemplo, los ministros permanecen en promedio tres años y medio. Allí los resultados en PISA son altos porque los planes educativos se respetan sin variaciones fundamentales. En Colombia, Ecuador y Perú, donde los ministros duran menos de 18 meses en promedio y los resultados en PISA son bajos, la inestabilidad ministerial no es la causa principal del bajo desempeño. En Canadá, pese a que los ministros son designados por las provincias y los cambios son frecuentes, los resultados son elevados gracias a la continuidad en los planes. En Portugal, los ministros han tenido una estabilidad relativa y durante 15 años se trabajó en la misma dirección, logrando un posicionamiento destacado en PISA.

La continuidad en la ejecución de los planes es lo fundamental. Los ministros pueden cambiar, pero no así las políticas diseñadas para alcanzar determinadas metas estratégicas. Por ello abogo por acuerdos de consenso entre los distintos sectores de la sociedad dominicana. Tenemos ejemplos de éxito, como el Plan Decenal de los años noventa, iniciado por Jacqueline Malagón, continuado por Ligia Amada Melo y concluido por Milagros Ortiz Bosch. Fue evaluado y, a partir de sus resultados, se elaboró el Plan Estratégico 2003-2012, que lamentablemente fue dejado de lado por la administración siguiente, que elaboró su propio plan.

Te podría interesar:

Así entramos en un período de inestabilidad en los planes de desarrollo educativo, en el que cada ministro hacía su propia planificación de corto o mediano plazo, y en ocasiones ni siquiera la formulaba. Sin embargo, como expresión de la sociedad civil, se firmó el Pacto para la Reforma de la Educación 2014-2030, que constituye el consenso educativo con mayor legitimidad social en el país. Pero, al ser un conjunto de recomendaciones para las diversas instancias del sector, no establece obligaciones ni metas sectoriales vinculantes. Cada ministro puede o no asumirlas en su planificación. Hoy lo ideal sería alinear sus recomendaciones con los ejes estratégicos del Plan Horizonte 2034.

Si verdaderamente se aspira a un avance sostenido en la calidad de la educación dominicana, es indispensable un compromiso político que garantice la continuidad de los planes durante al menos 20 años, es decir, dos planes decenales elaborados mediante procesos participativos e inclusivos. Singapur alcanzó su desarrollo dedicando tiempo y esfuerzo a políticas educativas de largo plazo, sostenibles y sin variaciones. Finlandia también ha consolidado un modelo exitoso sustentado en políticas con alta legitimidad social, respetadas por todas las fuerzas políticas.

Se trata de concebir la educación como una política de Estado, indeclinable y obligatoria para todos los partidos y ministros. Ese fue el camino de países que hace 60 años enfrentaban problemas similares a los nuestros (como Corea del Sur y Singapur) y que apostaron por la educación como mecanismo eficaz para superar la pobreza. El consenso político debe trascender a los gobiernos. Hacer de la educación la verdadera prioridad nacional y concentrar las mejores capacidades en la gestión del sistema educativo es la ruta que aconsejan los ejemplos de aquellas naciones que han logrado avances significativos. 



Source link