El nuevo “invento” de Google es la energía. La que necesitan todos sus productos y servicios, empezando por las oficinas donde se diseñan; siguiendo por los servidores que dan servicio a millones de clientes; y acabando con las máquinas que alimentan la Inteligencia Artificial.
La empresa del buscador que ha cambiado el mundo está detrás de la construcción de siete pequeños reactores nucleares en Estados Unidos. Para ello ha firmado con la empresa de energía Kairos Power un acuerdo pionero en su género. “La red eléctrica necesita nuevas fuentes de electricidad para apoyar las tecnologías de IA”, asegura Michael Terrell, director senior de energía y clima de Google.
“La red eléctrica necesita nuevas fuentes para apoyar las tecnologías de IA”
Según los términos del acuerdo, la compañía se compromete a comprar energía generada por los reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés) que construirá Kairos Power, empresa con sede en California. Se trata, dice Google, de “satisfacer las necesidades energéticas de forma limpia y fiable, y desbloquear todo el potencial de la IA para todos”.
La compañía necesita responder a sus necesidades, pero también dicen que el proyecto “ayudará a más comunidades a beneficiarse de una energía nuclear limpia y asequible”. “Hoy, nos basamos en estos esfuerzos con la firma del primer acuerdo corporativo del mundo para comprar energía nuclear”, explica la empresa de Alphabet.
El primer reactor pequeño para 2030
La fase inicial de trabajo pretende poner en marcha el primer SMR de Kairos Power en 2030, seguido de otros reactores hasta 2035. En conjunto, este acuerdo permitirá suministrar hasta 500 MW de nueva energía libre de carbono a las redes eléctricas de EE UU las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Estos pequeños reactores generan hasta un tercio de la potencia de un reactor tradicional.
“Se trata de satisfacer las necesidades energéticas de forma limpia y fiable, y desbloquear todo el potencial de la IA”
Los reactores se encuentran actualmente en fase de desarrollo y no suministran energía a la red eléctrica estadounidense. Ninguna de las empresas ha dado detalles sobre dónde se construirán las centrales ni de su coste. Pero para seguir adelante, sus planes aún deben ser aprobados por la Comisión Reguladora Nuclear de EE UU, así como por los organismos locales.
Kairos Power está especializada en el desarrollo de reactores pequeños. Sus modelos utilizan sal de fluoruro fundida como refrigerante en lugar de agua, lo habitual en las centrales nucleares tradicionales. En 2023, el regulador concedió a esta compañía el primer permiso en 50 años para construir un nuevo tipo de reactor nuclear. En julio pasado inició en Tennessee la construcción de un reactor de demostración.
Defiende Google que haya optado por una solución nuclear porque “ofrece una fuente de energía limpia y permanente que puede ayudarnos a satisfacer de forma fiable la demanda de electricidad con energía libre de carbono cada hora del día”. Según la compañía, de esta manera se impulsa “rápidamente la descarbonización de las redes eléctricas en todo el mundo”.
Solución nuclear para afrontar el enorme gasto
Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, EE UU se sumó a un grupo de países que quieren triplicar su capacidad de energía nuclear para 2050. Se plantea, defienden, como parte de los esfuerzos para abandonar los combustibles fósiles.
Pero detrás está también el hecho de que las nuevas tecnologías y la IA consumen mucha, muchísima, energía. “La asociación de Google con Kairos Power supone otro gran paso en la apuesta de la tecnología por la energía nuclear“, asegura Somnath Kansabanik, de la empresa de investigación Rystad Energy.
“La asociación de Google con Kairos Power supone otro gran paso en la apuesta de la tecnología por la energía nuclear”
Los centros de datos, y más desde la llegada de la IA, necesitan grandes cantidades de electricidad para alimentarse y mantener refrigerados los equipos. La Agencia Internacional de la Energía prevé que el consumo total de electricidad de estos centros podría alcanzar más de 1.000 teravatios hora en 2026, más del doble que en 2022. Se calcula que un teravatio hora puede abastecer a 70.000 hogares durante un año.
Más centros de datos para la IA y más energía
En esa línea, un informe de Goldman Sachs augura que a finales de la presente década el consumo mundial de energía de los centros de datos al menos se duplique. Se calcula que, a día de hoy, el consumo de todos los centros de datos que trabajan para la IA consumen lo mismo que todo Reino Unido.
La IA lo está cambiando todo, pero la factura que exige —de consecuencias imprevisibles en muchos sectores—, afecta enormemente al consumo de electricidad (y de agua). “La IA está impulsando un aumento significativo de la cantidad de centros de datos y energía que se requieren en la red”, le ha dicho a AP Kevin Miller, vicepresidente de centros de datos globales de Amazon Web Services.
Planes nucleares también en Amazon y Microsoft
Google toma medidas y lo mismo hacen otras empresas de su volumen e importancia, recuerda la BBC. En marzo, Amazon anunció la compra de un centro de datos nuclear en Pensilvania y ahora, su colaboración con la empresa Dominion Energy para explorar la posibilidad de instalar un pequeño reactor modular cerca de la central nuclear de North Anna (Virginia, EEUU).
Además, la empresa fundada por Jeff Bezos está invirtiendo en el desarrollador de reactores de última generación y colaborando con la empresa de servicios públicos Energy Northwest, en el centro de Washington, para colocar allí cuatro de esos reactores. Todo ese conjunto de acciones, informa CBS News, podrían suponer más de 5.000 megavatios de potencia para finales de la década de 2030.
El riesgo de un apagón de la red
Por su parte, Microsoft llegó a un acuerdo en septiembre para reanudar las operaciones en la central energética de Three Mile Island, cerca de Harrisburg. Aquí, el 28 de marzo de 1979, se produjo el peor accidente nuclear de EE UU, cuando tuvo lugar una fusión parcial del núcleo del reactor.
Kathryn Huff fue subsecretaria de Energía Nuclear de EE UU y hoy es profesora asociada de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign. En su opinión, si no se añade nueva energía limpia a medida que se desarrollan los centros de datos, el país corre el riesgo de “oscurecer la red”, es decir, de incluir más energía que no proceda de fuentes limpias.