El estandarte de los Knicks no habría sido posible sin Mitchell Robinson

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LAS VEGAS — Los Spurs, jóvenes y rápidos con escoltas dinámicos, hicieron que los Knicks parecieran lentos y veteranos durante gran parte de los primeros tres cuartos. Incluso la tarea básica de llevar el balón a la cancha se convirtió en un desafío. Sin embargo, la marea cambió al inicio del cuarto periodo en Las Vegas, donde el mayor activo de Mitchell Robinson se exhibió de manera completa y dominante. El suplente capturó seis rebotes ofensivos en solo siete minutos del periodo final, añadiendo posesión tras posesión a la ofensiva de los Knicks. Un fallo significó poco cuando Robinson rondaba la pintura, y la victoria 124-113 de los Knicks en la final de la Copa de la NBA el martes podría definirse con una oración: el estandarte no habría sido posible sin él. **REDACCIÓN FV MEDIOS**

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