Santo Domingo.– En un adelanto del episodio del podcast Sin Rodeo, conducido por Jomari Goyso y que será transmitido este martes, el artista urbano Kiko expone con franqueza aspectos profundamente personales de su vida, incluyendo momentos marcados por el consumo de sustancias, el aislamiento emocional y su proceso de recuperación.
Durante la conversación, el artista expresó: “Yo me he encontrado en un nivel de adicción que no he conocido a nadie”, relatando con voz entrecortada cómo su vida se vio gravemente afectada por ese problema. Describió una etapa en la que fue internado en una clínica, donde fue inmovilizado en una camilla, afirmando que lo trataron “como amarran a los locos”, lo que califica como uno de los pasajes más oscuros que ha atravesado.
Uno de los momentos más reveladores de la entrevista fue cuando mencionó al empresario Santiago Matías, conocido como “Alofoke”, a quien responsabilizó de haberle ofrecido por primera vez una sustancia. “Fue Alofoke que me la dio. Que se sepa. Si, te tiré pa’lante”, expresó con determinación, sin evitar el tema ni suavizar sus declaraciones.
Kiko también compartió detalles de su tiempo en prisión, etapa que considera clave en su proceso de sobriedad. “Yo vine a estar sobrio cuando caí preso en diciembre”, señaló, explicando que durante sus cuatro años de encierro logró mantenerse alejado de sus hábitos anteriores. Describió su celda como un “hotel”, explicando que tenía que colgar su cama del techo para evitar que se mojara con la lluvia.
Durante la entrevista, reveló que el artista urbano El Alfa intentó apoyarlo financieramente con el propósito de evitar que firmara un contrato perjudicial. “Yo te doy dinero”, me dijo, pero no quise. Quise hacer lo que yo quise”, confesó, reconociendo que sus decisiones en ese momento no siempre fueron las más acertadas.
Kiko también abordó su vínculo personal con su hijo, a quien no vio durante cinco años. “Ya para que tú entiendas. Cinco años sin ver a mi hijo”, dijo. Además, admitió que durante una etapa difícil, dependía económicamente de mujeres, de quienes, según explicó, obtenía dinero para subsistir.
Al hablar sobre otras figuras del género como Yailin la más viral y Farina, expresó tanto admiración como crítica, señalando que el talento genuino a menudo no recibe el reconocimiento que merece dentro de la industria.
Este testimonio ofrece una mirada directa al proceso de lucha, errores y búsqueda de recuperación de Kiko, en su intento por retomar su camino artístico y personal.