Tiene una tarea difícil en el partido demócrata para lograr ser la candidata. Ha liderado la defensa del derecho al aborto a pesar de que no ha tenido hijos. Incluso es la primera vicepresidente en hacer una “gira de las libertades reproductivas” por varios estados y visitar una clínica abortista. Pero, además, la polémica le acompaña por su postura a la migración, los republicanos se refieren a ella como la “zar de la inmigración”. Lo que indica que de ser candidata habrá tela por donde cortar. La gestión de Biden y Harris no ha podido evitar la inmigración desde países como Guatemala, El Salvador, Honduras y México. EE. UU. se ha visto sobrepasado por las olas de migrantes que llegan a su territorio.