Kamala Harris: El Ascenso en la política Estadounidense

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Kamala Devi Harris nació el 20 de octubre de 1964 en Oakland, California. Es hija de inmigrantes; su madre, Shyamala Gopalan, era una científica de la India que investigaba el cáncer de mama, y su padre, Donald Harris, un profesor de economía nacido en Jamaica.

Esta mezcla de culturas y orígenes diversos marcó la identidad de Harris desde temprana edad, dándole una visión del mundo desde la perspectiva de una familia de clase media trabajadora con raíces fuera de los Estados Unidos.

Harris estudió en la Universidad de Howard, una de las instituciones históricamente negras más prestigiosas del país, donde se graduó en Ciencias Políticas y Economía. Posteriormente, completó su formación en la Facultad de Derecho de la Universidad de California, Hastings.

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Ascenso en la Política

La carrera pública de Kamala Harris comenzó en 1990 cuando se unió a la Oficina del Fiscal de Distrito de Alameda, en California, como fiscal adjunta, enfocándose en casos de abuso sexual y violencia doméstica. En 2003, hizo historia al convertirse en la primera mujer afroamericana en ocupar el cargo de Fiscal de Distrito de San Francisco. Su trabajo fue elogiado por implementar políticas progresistas, como una iniciativa para reducir la reincidencia de los delincuentes juveniles.

En 2010, Harris fue elegida como la primera mujer, la primera afroamericana y la primera asiático-estadounidense en servir como Fiscal General de California, el cargo de mayor autoridad legal en el estado. Durante su mandato, se destacó por luchar por la igualdad de derechos, la reforma del sistema penitenciario y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, su enfoque hacia ciertos temas, como la reforma del sistema de fianzas y la persecución de delitos menores, le atrajo críticas de sectores progresistas.

Senadora de EE.UU.

En 2016, Harris dio un salto a la política nacional cuando fue elegida como Senadora de los Estados Unidos por California. Su paso por el Senado fue marcado por un estilo directo en las audiencias, donde sus interrogatorios incisivos la hicieron una figura popular en la política estadounidense.

Su papel como senadora incluyó la lucha por la justicia social, la reforma del sistema de justicia penal y los derechos de los inmigrantes.

Campaña Presidencial y Vicepresidencia

En 2020, Harris se postuló como candidata presidencial en las primarias del Partido Demócrata, pero se retiró antes de que se definiera el candidato oficial. Sin embargo, su capacidad como oradora y su historia de lucha social llamaron la atención de Joe Biden, quien la eligió como su compañera de fórmula en su carrera hacia la presidencia.

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El 3 de noviembre de 2020, la fórmula Biden-Harris ganó las elecciones presidenciales, y Kamala Harris hizo historia nuevamente al convertirse en la primera mujer, la primera mujer afroamericana y la primera asiático-estadounidense en ocupar el cargo de vicepresidenta de los Estados Unidos.

Su Papel en la Administración Biden

Desde que asumió el cargo el 20 de enero de 2021, Harris ha tenido un papel crucial en varias áreas clave del gobierno de Joe Biden. Ha trabajado en temas como la inmigración, especialmente en la frontera sur, y ha promovido políticas para enfrentar la crisis climática y la igualdad racial. Además, Harris ha liderado las conversaciones sobre el acceso a la atención médica, la recuperación económica tras la pandemia de COVID-19 y los derechos reproductivos en un contexto donde el acceso al aborto ha sido duramente restringido en varios estados del país.

Sin embargo, su mandato no ha estado exento de críticas, tanto desde sectores progresistas que esperaban reformas más audaces, como de conservadores que han cuestionado su manejo de ciertos temas, como la migración y la política exterior.

Visión Futurista y Legado

Harris se ha destacado por su capacidad de mantenerse fiel a sus raíces y por su determinación para abrir puertas a las mujeres y a las personas de color en los más altos niveles del poder político.

Su presencia en la Casa Blanca representaría un cambio cultural significativo en un país que ha luchado durante siglos con problemas raciales y de género.

Por: Itzel Olivo

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