Una mujer de 20 años, identificada como Júlia Ramilly Duarte, fue encontrada muerta en la habitación de un motel ubicado a orillas de la PE-22, en el municipio de Paulista, región metropolitana de Recife , Pernambuco, Brasil.
El crimen ocurrió la madrugada del martes pasado (23) y se investiga como feminicidio. El cuerpo de la joven fue enterrado el miércoles (24).
Según las imágenes de las cámaras de seguridad, Júlia llegó al motel alrededor de las 4:30 a. m. en la parte trasera de una motocicleta conducida por Djalma Diego Oliveira Deodato, de 25 años.
Se vio al hombre acariciando la pierna de la joven antes de entrar juntos al motel. Alrededor de las 7:30 a. m., salió solo del establecimiento y les dijo a los empleados que volvería a recogerla, lo cual nunca hizo.
Horas después, el personal se extrañó por la demora en la salida y decidió entrar en la habitación.
El cuerpo de Júlia fue encontrado sin vida, con signos de golpes, asfixia y agresión sexual , según un informe del Instituto de Medicina Legal (IML).
El documento indica que la joven fue asfixiada y tenía hematomas en todo el cuerpo. La habitación tenía las paredes manchadas de sangre y se usaron objetos con crueldad contra la víctima.
El hombre fue localizado en la comunidad de Tururu, en Janga, Paulista, y arrestado por la Policía Militar.
La investigación también determinó que, tras el crimen, Djalma había realizado transferencias bancarias desde el celular de la víctima a su propia cuenta.
Durante la audiencia de prisión preventiva, la defensa intentó alegar locura y solicitó medidas cautelares, pero el tribunal convirtió la prisión en prisión preventiva y ordenó el traslado del acusado al Cotel, en Abreu e Lima.
El velorio de la joven tuvo lugar este miércoles (24) en el barrio de Santo Amaro, en Recife, y estuvo marcado por una fuerte emoción. Familiares y amigos lucieron camisetas con la foto de la joven.
En su testimonio, Djalma declaró que, alrededor de las 2:00 a. m., fue a comprar drogas a un puesto de narcotráfico en Pau Amarelo, donde supuestamente conoció a Júlia, con quien comenzó a consumir drogas. Según él, ambos decidieron ir al motel.
El sospechoso también dijo que, tras agotarse la droga, compartieron una pastilla para dormir, se acostaron abrazados y, cuando despertó, la joven ya estaba muerta, versión que no convenció a la policía.
Los amigos y familiares de Júlia también desmienten esta historia. De madrugada, Júlia incluso envió mensajes diciendo que estaba en una fiesta con amigos.
Una amiga cuenta que, después de beber con amigos, Júlia decidió volver a casa usando una aplicación de transporte en moto.
También insiste en que no sabía que la joven planeaba ir a un motel y que no conocía personalmente al hombre con el que estaba.
Conmocionada, la madre de la víctima, Poliana Barbosa, dijo a TV Jornal, afiliada de SBT , que seguirá luchando para que el sospechoso rinda cuentas: “Que se haga justicia de verdad. No el tipo de justicia que vemos todos los días en las noticias. (…) El mundo está cansado de que se derrame tanta sangre femenina”.
Según la Secretaría de Defensa Social, Pernambuco registró 61 feminicidios entre enero y agosto de 2025, 11 más que en el mismo período del año pasado, lo que destaca el aumento de la violencia contra las mujeres en el estado.
