El lunes, un importante revés para el alcalde Eric Adams se produjo cuando una jueza bloqueó la reapertura de una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Rikers Island.
La jueza de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Mary Rosado, anuló la orden ejecutiva de Adams, alegando la preocupación de que formara parte de un acuerdo con la administración Trump para desestimar la acusación penal del alcalde.
Rosado mencionó una carta de renuncia de la entonces fiscal federal interina, Danielle Sassoon, quien escribió que los abogados de Adams “insistieron repetidamente en lo que equivalía a un quid pro quo”, sugiriendo que el alcalde podría colaborar con las políticas de inmigración del departamento “solo si se desestimaba la acusación”.
La jueza emitió previamente una orden preliminar en abril que bloqueaba temporalmente la orden ejecutiva.
En ese momento, afirmó que los miembros del Concejo Municipal demostraron “la apariencia de un quid pro quo, mediante el cual el alcalde Adams accedió públicamente a que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) regresara a Rikers Island a cambio de la desestimación de sus cargos penales”.
Rosado citó varios factores, incluyendo las declaraciones televisadas del zar fronterizo estadounidense, Tom Homan, en febrero, en las que dijo que si Adams no cumplía, “estaré en su oficina, dándole la lata, diciéndole: ‘¿Dónde demonios está el acuerdo al que llegamos?'”.
Alcalde Adams niega acuerdo
Adams ha negado repetidamente haber llegado a un acuerdo con la administración sobre el caso penal. Aseguró que delegó la toma de decisiones sobre el regreso del ICE al primer vicealcalde Randy Mastro para evitar conflictos de intereses.
El Concejo Municipal había demandado a Adams por la orden ejecutiva.
En una declaración conjunta el lunes, la presidenta del Concejo, Adrienne Adams; la vicepresidenta, Diana Ayala; la presidenta del Comité de Justicia Penal, Sandy Nurse; y la presidenta del Comité de Inmigración, Alexa Avilés, elogiaron el fallo del juez, calificándolo de “gran victoria”. “La agenda política de Trump de usar a ICE para desaparecer residentes sin el debido proceso y separar familias perjudica a nuestras comunidades y socava nuestra seguridad colectiva. Nos complace que el tribunal haya reconocido como ilegal el intento del alcalde Adams y Randy Mastro de seguir las órdenes de Trump y traicionar su obligación con los neoyorquinos”, declararon.
El presidente y director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, Murad Awawdeh, también aplaudió la decisión del tribunal.
“Al declarar nula y sin valor la orden ejecutiva de la Administración de la Alcaldía para reabrir una oficina de ICE en Rikers, la Corte Suprema del Estado de Nueva York ha ofrecido un grado vital de protección a nuestros vecinos inmigrantes. Miles de neoyorquinos ya no enfrentarán la posibilidad de ser detenidos y deportados porque fueron enviados a Rikers después de ser simplemente acusados, no condenados, de un delito. La ciudad de Nueva York nunca debe conspirar con la agenda de deportación masiva de la Administración Federal, y nuestro alcalde debe garantizar que todos los neoyorquinos tengan protegido su derecho al debido proceso”, declaró Awawdeh.
El primer vicealcalde, Randy Mastro, emitió un comunicado impugnando el fallo el martes.
“Discrepamos rotundamente de la decisión del juez y confiamos en que prevaleceremos en la apelación. No existe ningún conflicto de intereses real y actué con independencia del alcalde. Esta orden ejecutiva busca enjuiciar a las pandillas transnacionales violentas y garantizar la seguridad de los inmigrantes respetuosos de la ley”, declaró Mastro.
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