El caso de Brailyn Martínez ha llamado la atención en redes sociales luego de que relatara cómo fue víctima de una estafa por un monto de 8 mil pesos. Su testimonio ha generado una conversación más amplia sobre la situación de vulnerabilidad que enfrentan algunas personas con discapacidades, especialmente en contextos de necesidad o urgencia.

En un video compartido en plataformas digitales, Brailyn expresó con claridad: «Me estafaron y me robaron dinero. Mucha gente se ha quejado de que coóo hay gente con ese corazón, que sabiendo como yo trabajo y la discapacidad que tengo, como me estafaron».
Según su relato, todo comenzó cuando tomó la decisión de mudarse y se encontraba en el proceso de adquirir utensilios para su nuevo hogar. En ese contexto, y ante la presión de los altos precios, realizó una transmisión en vivo donde solicitó apoyo a cualquier tienda de electrodomésticos. Fue en ese momento cuando una persona respondió a su llamado, ofreciéndole ayuda de manera convincente.
Brailyn explicó que al día siguiente, esa persona se comunicó con él, presentando información que parecía confiable y creíble. «Al otro día me llama, me muestra todo creíble», comentó. En medio del estrés emocional que atravesaba, confió en la propuesta sin tomar precauciones adicionales.
Posteriormente, realizó una transferencia del dinero. Además, relató cómo intentó extender ese apoyo a un conocido que también enfrenta retos de salud. «Caigo y le deposito el dinero… no tanto le deposito el dinero, hay otro amigo mío con polio que yo le digo también», añadió.
Este tipo de situaciones, como la vivida por Brailyn, refleja la necesidad de crear entornos más seguros y de fortalecer las redes de apoyo, especialmente para quienes enfrentan desafíos físicos. El caso también sirve como recordatorio de que la empatía y la precaución deben ir de la mano cuando se interactúa a través de canales digitales, particularmente en contextos donde hay solicitudes de colaboración o ayuda económica.
Diversos usuarios han compartido mensajes de respaldo tras conocer la experiencia de Brailyn, subrayando la importancia de promover la inclusión, el respeto y la protección de quienes pueden verse expuestos a engaños por razones ajenas a su voluntad. Esta situación ha abierto una puerta para reflexionar colectivamente sobre cómo construir espacios más seguros y solidarios.


