Tan pronto como se lanza el balón, el veterano de los Knicks, Jordan Clarkson, comienza a moverse. Si se mira cerca del banquillo, se le puede ver corriendo hacia atrás para estirar o pedaleando en la bicicleta estática. Durante los tiempos muertos, se balancea de un lado a otro o se sacude. Cualquier cosa para mantenerse caliente y listo para cuando lo llamen, lo que suele ocurrir cerca del punto medio del primer cuarto.
“Cuando me llaman al juego, ya estoy en el flujo y calentado como todos los demás”, dijo Clarkson el viernes después de la derrota de los Knicks por 116-107.
Clarkson, de 33 años, ha perfeccionado esa rutina durante su carrera mientras ha abrazado su papel como anotador de élite desde el banquillo. Los Knicks se dieron cuenta durante su camino a las finales de la Conferencia Este de 2025 que necesitaban más energía desde la banca. La llegada de Clarkson a Nueva York ha sido mutuamente beneficiosa para ambas partes.
Clarkson venía de temporadas consecutivas de declive en defensa y en su eficiencia ofensiva. Pero el jugador, ahora en su primera temporada en Nueva York y la 12ª en general, ha comenzado a redescubrir su ritmo.
Clarkson promedia 9.9 puntos, dos rebotes y 1.6 asistencias en 20 minutos por partido. Sus puntos y minutos son los más bajos de su carrera. Pero su defensa y sus tiros oportunos han sido una adición bienvenida para los Knicks.
Clarkson está disparando un 43.9 por ciento desde el campo —su mejor marca desde la temporada 2022-23 en Utah— y un 31.2 por ciento desde la profundidad.
“Ha aceptado ese rol y también ha aceptado y abrazado el lado defensivo del balón, tratando de ser más físico y más disruptivo en el extremo defensivo”, dijo Josh Hart. “Así que lo necesitamos. Por eso está aquí”.
En la final de la Copa de la NBA, Clarkson contribuyó con 15 puntos y tres triples desde el banquillo. Dos días después, en una noche en la que los Knicks estaban sin cinco jugadores, incluidos tres titulares, Clarkson ayudó a Nueva York a lograr una victoria remontando en Indiana el jueves, registrando 18 puntos con cinco triples.
En la derrota del viernes ante los Sixers, tuvo nueve puntos con 4 de 6 en tiros en poco menos de 16 minutos.
“Chispa inmediata. Presencia ofensiva inmediata, jugando muy bien defensivamente también”, dijo Jalen Brunson sobre Clarkson. “Lo que ha podido hacer por nosotros hasta ahora esta temporada ha sido tremendo y eso es simplemente quien es. Durante todo el tiempo que lo he conocido, ese es el tipo de persona y jugador que ha aportado a los equipos en los que ha estado, así que estoy muy feliz de que esté aquí”.
Clarkson enfrentó un punto de inflexión en su carrera antes de su tercera temporada en la NBA. El entonces entrenador de los Lakers, Luke Walton, planeaba que Clarkson viniera desde el banquillo para la temporada 2016-17.
Clarkson podría haber visto esa decisión de una de dos maneras: una degradación o una oportunidad. Decidió hacer lo último y ahora su marca en la liga es la de ser un jugador de rol confiable.
Ha sido titular en menos del 30 por ciento de sus 780 partidos de temporada regular. Pero Clarkson es séptimo en la lista histórica de anotación desde el banquillo de la NBA con 8,695 puntos, según Statmuse. Es posible que supere a Thurl Bailey (quien tiene 8,695 puntos) para quedar sexto esta temporada.
“Solo sé que es un deporte de equipo. Hay cinco tipos en la cancha. Todos aportan algo al juego”, dijo Clarkson, cuyas ganancias profesionales son de alrededor de 190 millones de dólares, según Spotrac. “Así que esa es mi forma de impactarlo, me ha bendecido a mí y a mi familia, así que sigo haciendo eso”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**