El gobierno de Joe Biden observa una creciente posibilidad de que el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, se desplome en los próximos días debido al avance de la coalición insurgente apoyada por Turquía e integrada por islamistas, según informaron cinco funcionarios estadounidenses a la cadena CNN.
Por su parte, CBS citó a tres fuentes gubernamentales que afirmaron que “Damasco está destinada a caer”, aunque sin especificar un plazo para su caída. Según los funcionarios consultados por CBS, las fuerzas iraníes que sostenían al presidente sirio han abandonado prácticamente por completo el país.
A pesar de las filtraciones a los medios, la administración de Estados Unidos no ha emitido una evaluación formal sobre el futuro de Al Asad. Hasta hace pocos días, el presidente sirio parecía estar en una posición relativamente estable después de haber logrado derrotar a la oposición durante los catorce años de guerra civil.
Sin embargo, la situación cambió cuando la coalición insurgente reanudó su avance hace una semana, tomando dos de las principales ciudades del país: Alepo y Hama.
Actualmente, los combates se concentran en Homs, la tercera ciudad más grande de Siria, considerada un enclave estratégico clave.
Si la coalición insurgente logra capturarla, Damasco quedaría completamente aislada de las ciudades mediterráneas de Tartús y Latakia, donde se encuentran los bastiones de la familia Al Asad y las fuerzas rusas que apoyan al régimen.
A pesar de los análisis que apuntan a la debilidad de Al Asad, los funcionarios consultados por CNN señalaron que la situación aún podría cambiar, lo que hace que la caída del presidente sirio no sea “inevitable”.
No obstante, cada vez más factores juegan en su contra. Un alto funcionario estadounidense comentó que el consenso general es que el colapso del régimen sirio se vuelve “más plausible”, mientras que otro funcionario aseguró que “probablemente, para el próximo fin de semana, el régimen de Al Asad habrá perdido toda semblanza de poder”.
Un tercer funcionario destacó que lo único que podría frenar el avance rebelde sería un golpe de Estado bien coordinado por algún opositor dentro del círculo cercano a Al Asad.
Sin embargo, este funcionario consideró que esa posibilidad es remota, ya que el presidente sirio ha logrado eliminar prácticamente toda competencia interna.
La Administración de Biden se ha visto sorprendida por la rapidez con la que avanza la coalición insurgente. Mientras tanto, el Gobierno estadounidense ha evitado emitir grandes declaraciones sobre la situación en Siria, dado que el 20 de enero Biden traspasará el poder a Donald Trump, quien ha manifestado su preferencia por una política exterior más aislacionista.
Este sábado, Trump reiteró que Estados Unidos debería evitar involucrarse en la lucha por el control de Siria.
Sigue leyendo:
• Ejército de EE.UU. destruye sistema de armas en Siria tras reciente ataque
• Portavoz de Hezbolá murió tras ataque israelí contra sede de un partido en Beirut
• Trump dice que Estados Unidos no debe involucrarse en conflicto en Siria
