Christian Horner, jefe del piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez en la escudería Red Bull, se enfrentará a una audiencia el viernes 9 de febrero en Inglaterra por una denuncia de comportamiento inapropiado.
Las partes implicadas darán su versión a investigadores independientes y el asunto puede ser tan grave que recomendarán si el team principal puede, o no, seguir al frente del equipo.
La compañía de Red Bull inició la investigación y dijo el lunes en un comunicado que se está tomando la acusación y la investigación “extremadamente en serio”.
Según el diario alemán Bild y el británico The Times, la denuncia llegó de una empleada femenina, que habría recibido imágenes íntimas en su móvil.
Las acusaciones de comportamiento supuestamente inapropiado se hicieron por primera vez a finales de la semana pasada y se empiezan a saber lo detalles, aunque se quiere preservar la presunción de inocencia del directivo británico, ganador de siete títulos mundiales con Vettel y Verstappen en la F1, y jefe de Adrian Newey, uno de los mayores activos técnicos del campeonato.
Ahora se dice que en la sede de Red Bull, en Fuschl (Austria), manejan un expediente con material “incriminatorio que aglutina las acusaciones”. Estos se están investigando ahora internamente en Red Bull, y se discutirán nuevas acciones y posibles consecuencias al más alto nivel directivo”, dice la información, aunque se mantiene hacia fuera la lógica presunción de inocencia de Horner, que está casado con Geri Halliwell, antigua cantante del grupo Spice Girls.
Esposa de Horner está “devastada”
Fuentes cercanas al caso revelaron que Geri Halliwell, ex líder de las Spice Girl y esposa de Horner, está “devastada” por estas alegaciones, pero que mostrará su apoyo incondicional hacia su marido después que una integrante del equipo, femenina, lo acusara de ser “controlador”.
Halliwell brindó su apoyo a Horner en medio de rumores que sugieren que este incidente podría ser el epicentro de una lucha de poderes interna en la escudería, con Horner posiblemente enfrentando la peor parte. Analistas y medios especializados apuntan a que el CEO británico podría ser forzado a renunciar a su cargo en un momento crítico para la organización.
Aun así, Horner ha negado categóricamente las acusaciones en su contra, calificándolas incluso de “locas”. “Niego completamente estas afirmaciones”, declaró asegurando su inocencia.
En respuesta a estas graves alegaciones, Red Bull Racing ha iniciado una investigación independiente para esclarecer los hechos, mencionando que las acusaciones apuntan a un “comportamiento increíblemente controlador”.
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