James Rodríguez empieza a perder la cabeza como consecuencia de la crisis de resultados en que se ha metido el León, que este viernes al empatar 1-1 con Querétaro sumó su cuarto partido sin ganar y en donde el astro colombiano hizo su berrinche contra el árbitro al aventarle su zapato.
Sin duda un hecho para destacar dentro del estilo de James Rodríguez que conforme avanza el torneo y se reduce el radio de acción para poder esperar una recuperación de la escuadra del Bajío que ha sumado derrotas consecutivas con Santos Laguna 2-1, Necaxa 2-1, Pumas 2-1 y el empate de esta fecha con los queretanos.
La escuadra dirigida por el argentino Eduardo Berizzo sumó su última victoria en la fecha 10 sobre Xolos Tijuana 2-1 y a partir de ese momento que ha coincidido con la noticia de su exclusión del Mundial de Clubes, parece que les cayó la maldición para olvidarse de los resultados positivos.
Se podría decir que esta noche en la casa de los Gallos Blancos la cosecha no es tan mala con el empate 1-1, pero frente al estándar de calidad de la escuadra del Bajío, que armó un cuadro para pelear por cosas importantes en la justa mundialista de la FIFA que los tiene con los dos pies fuera, se podría decir que este empate fue con sabor a derrota.
El berrinche del colombiano
Lo cierto es que la presión en los jugadores del León empieza a provocar mucho nerviosismo en sus jugadores, como el caso de James Rodríguez, que tuvo un altercado por un berrinche que hizo cansado de sufrir tantas faltas con el silbante Maximiliano Quintero.
James, cansado de estar siempre tirado en el césped por la fuerza de los zagueros rivales, exigió que el silbante le marcara una falta, pero el juez central no le hizo caso y generó que el astro colombiano le lanzara su zapato, provocando que terminara amonestado.
Fue entonces que el cafetero le aplaudiera al silbante por el cartón amarillo, musitando palabras y cuestionando: “¿A mí me amonestas?, ¿te atreves a amonestarme a mí?, como si se sintiera intocable en la cancha, más allá de que ha sido víctima de los zagueros rivales.
El partido
Con respecto al encuentro, la escuadra del Bajío, de nueva cuenta, logró ponerse arriba en el marcador con gol de Salvador Reyes al minuto 30 como en los anteriores juegos, pero poco a poco la intensidad que tuvieron al inicio de las hostilidades se fue diluyendo y antes de concluir la primera mitad Aldahir Pérez logró el 1-1 en una gran jugada.
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Con esta anotación, los Gallos Blancos se motivaron para convertirse en un adversario complicado, rocoso para los visitantes que fueron desesperando y cayendo en el juego del adversario que terminó apoderándose de las acciones para conseguir un valioso empate.
Mientras que León, con mucha calidad en su plantel, quizá le hizo falta trabajar más el encuentro, ser más apegados a su estilo y no querer ganar el encuentro en una sola acción, pues al final sus prisas trabajaron a favor de los Gallos Blancos, que terminaron quitándole la victoria.
Inclusive León pudo llevarse la victoria en los minutos finales cuando estrelló un balón en el poste que habría cambiado un destino que en estos momentos parece muy negro para el cuadro del Bajío y que está convirtiéndose en una losa muy pesada para la escuadra dirigida por Eduardo Berizzo.
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