Israel aceptó reanudar la próxima semana las negociaciones para una tregua en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes tomados por Hamás, después de que los mediadores dijeran que “no hay más tiempo que perder” para cerrar un acuerdo.
A pesar de este tímido avance, los combates continúan en el Gaza, donde este jueves murieron 18 personas por bombardeos israelíes contra dos escuelas, y persiste el temor a una extensión del conflicto en Oriente Medio.
“Después de la propuesta de Estados Unidos y los mediadores, Israel enviará el 15 de agosto una delegación de negociadores al lugar que sea convenido para concluir los detalles de concreción de un acuerdo“, anunció un comunicado de la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Poco antes, Catar, Egipto y Estados Unidos, mediadores en este conflicto, presionaron a Israel y al Hamás, considerado grupo terrorista por varios países, para reanudar las conversaciones el 15 de agosto y “cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora”.
En su comunicado, estos países aseguraron que ya existe un acuerdo marco “al que solo le faltan los detalles de implementación”. “No hay más tiempo que perder ni excusas de ninguna de las partes para seguir retrasándolo”, afirmaron.
Después de diez meses de guerra, las negociaciones indirectas entre Israel y el movimiento Hamás solo condujeron a una breve tregua en noviembre de 2023, durante la que se liberaron más de un centenar de rehenes tomados por Hamás.
Esta última aproximación ocurre después de la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán atribuido a Israel que ha encendido las alarmas de un conflicto más amplio en la región.
El nuevo líder de Hamás es Yahya Sinwar, presunto cerebro del ataque del 7 de octubre contra Israel, lo que hace temer que las arduas negociaciones se vuelvan aún más difíciles.
En ese ataque, las milicias de Hamás se internaron en el sur de Israel y mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en datos israelíes.
Sus combatientes también tomaron 251 rehenes, de los cuales 111 siguen secuestrados en Gaza aunque 39 de ellos habrían muerto, según el ejército israelí.
Israel desplegó en represalia una ofensiva militar en la Franja de Gaza que ha dejado hasta ahora 39.699 muertos, según el Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás desde 2007.
Este jueves se sumaron a este balance al menos 18 palestinos muertos por “bombardeos de las escuelas de Al Zahra y Abdel Fattah Hamud”, dijo el servicio de Defensa Civil de Gaza.
“Se trata claramente de un ataque contra escuelas e instalaciones civiles seguras en la Franja de Gaza”, declaró su portavoz Mohammad al Mughayyir, agregando que 60 personas resultaron heridas y otras 40 siguen desaparecidas. Israel aseguró que esos establecimientos albergaban centros de mando de Hamás.
Presión internacional
Los servicios de emergencia y médicos palestinos afirmaron que el jueves 13 personas más murieron en otros lugares del territorio palestino, donde el Ejército israelí emitió una nueva orden de evacuación para algunas partes de Jan Yunis, ciudad del sur.
La comunidad internacional mantiene sus esfuerzos para rebajar la tensión reigonal después del asesinato de Haniyeh y de la muerte del comandante militar de movimiento libanés Hezbolá, Fuad Shukr, este último en un ataque reivindicado por Israel.
El ministro iraní interino de Relaciones Exteriores, Ali Bagheri, declaró a AFP que Israel cometió un “error estratégico” que le “costará caro” al matar a Haniyeh en Teherán la semana pasada.
Este ataque no fue reivindicado, pero Irán y Hamás se lo atribuyeron a Israel y prometieron vengarlo, lo que mantiene en vilo a la región.
Bagheri también acusó a Israel de querer “extender” el conflicto a otros países de Medio Oriente y aseguró que Israel “no está en condiciones” de librar una guerra contra Irán.
De su parte, Netanyahu afirmó el miércoles 7 de agosto que su país está “determinado” a defenderse y preparado “tanto defensiva como ofensivamente”.
Las portadas de algunos de los principales diarios israelíes citaban “valoraciones” según las cuales Irán podría estar reconsiderando su plan de acción, aparentemente debido en parte a la presión de Estados Unidos que ha enviado más buques y aviones de guerra a la región.
También es foco de inquietud la frontera de Israel con Líbano, donde se producen intercambios de disparos casi a diario entre las tropas del país hebreo y los combatientes de Hezbolá, que prometió vengar la muerte de su comandante.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, advirtió que combatirán “con toda su potencia” si Hezbolá prosigue su “agresión”. “No permitiremos que la milicia de Hezbolá desestabilice la frontera y la región”, declaró.
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