El trágico incidente en la concurrida carretera que conecta Hato Mayor con Sabana de la Mar se ha convertido, en los últimos días, en un tema de intenso debate y preocupación tanto local como regional. El suceso, que ocurrió la noche del viernes pasado, culminó en la lamentable pérdida de Felix Rodriguez Mota, conocido cariñosamente en su comunidad como “Cangue”. Sus familiares, amigos y vecinos se han sumido en un profundo estado de consternación, reflejado en múltiples muestras de pesar ante la partida inesperada de una figura tan apreciada en la localidad.
Felix, un hombre dedicado a la recolección de desechos sólidos mediante el uso de una motocarreta recientemente adquirida, se encontraba realizando su habitual recorrido nocturno por la mencionada carretera cuando ocurrió el fatal deslizamiento del vehículo que terminó siendo fatal. Mientras era trasladado de emergencia al Centro Médicos Doctores Arache Pouriet para recibir atención médica, lamentablemente perdió la vida debido a la gravedad de sus heridas. Esta motorización era la herramienta clave en su esfuerzo diario por brindar sustento a su familia, hecho que ha resonado en toda la comunidad y ha sido reiteradamente señalado por quienes lo conocían.

El inicio de la investigación sobre las causas del siniestro vial ha dejado en claro la necesidad de tomar medidas de seguridad más severas y efectivas en las carreteras que unen a importantes poblaciones de la región, como Hato Mayor y Sabana de la Mar. Se destaca que esta carretera es frecuentada por vehículos pesados y livianos, lo que eleva el riesgo de accidentes vehiculares. Ante estas circunstancias, la comunidad ha solicitado a las autoridades pertinentes una revisión exhaustiva de las condiciones actuales de las vías, así como una evaluación del equipamiento disponible para la seguridad de los transportistas, en particular quienes operan medios de transporte alternativos como las carroletas motorizadas utilizadas por Felix.
Por otra parte, el entorno de Felix recuerda con cariño su imagen siempre servicial y alegre, cualidades que le valieron el respeto y aprecio de todos. Las historias sobre su vida y sus contribuciones al bienestar comunal han sido un tema común en los discursos conmemorativos organizados por los vecinos que buscan honrar su memoria. Esta participación comunitaria en su despedida pone de manifiesto la unión y el sentimiento colectivo de pérdida que provocó su trágica desaparición.
Se ha instado además a las entidades correspondientes, en especial la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), a reforzar la vigilancia en las carreteras provinciales y a implementar controles más frecuentes que puedan prevenir futuros incidentes similares. Asimismo, se proyecta que se den declaraciones oficiales próximamente que esclarezcan la serie de eventos que llevaron hasta este lamentable incidente.

La comunidad de Hato Mayor espera atentamente estos comunicados para comprender mejor la tragedia y buscar medidas que puedan evitar que tal pérdida afecte a otras familias. Mientras tanto, el legado del querido “Cangue” perdura como un constante recordatorio de la importancia de la seguridad vial y del papel que cada trabajador desempeña en la construcción de una comunidad más segura y unida.


