Erika Demetrio, una mujer de 42 años originaria de Trelew, Chubut, y su esposo Darío, tenían cuatro hijas y anhelaban tener un hijo varón. Decididos a lograr su sueño, se embarcaron en un quinto embarazo, sin imaginar que la vida les tenía preparada una sorpresa aún más grande. Lo que siguió a continuación fue una historia de desafíos, bendiciones y una lección sobre la imprevisibilidad de la vida.
Erika y Darío ya eran padres de cuatro niñas, la mayor de 10 años y la menor de tan solo 2. Aunque su familia era numerosa, el anhelo de tener un hijo varón los impulsó a intentar una vez más. «Era el último intento de que llegue el varón», recuerda Erika.
La noticia que los dejó helados
Cuando Erika acudió a su control prenatal, el ecografista le dio una noticia que los dejó completamente sorprendidos. «Me quedé helada. No lo podía creer. Al doctor le dije: ‘Perdóneme, ¿me está bromeando?’».
A medida que el profesional iba pasando el ecógrafo, fue revelando la presencia de no uno, ni dos, sino tres bebés más. «Cuando vio que estaban bien los latidos de los tres, dijo: ‘No hay uno, ni hay dos. Hay tres’. Siguió pasando el aparatito. Ahí le apareció el cuarto bebé. ‘Discúlpame, estaba escondidito. Son cuatro bebés’».
Una decisión difícil pero necesaria
Ante la complejidad de este embarazo múltiple, Erika y Darío tuvieron que tomar una decisión difícil. Debían dejar atrás su hogar en Trelew y mudarse a Córdoba, donde podrían acceder a la atención médica especializada que necesitaban.
«Sin desmerecer a ningún médico del sur ni del norte, yo sabía que en medicina…de lo mejor que tenemos en el país está en Córdoba. Y tenía que cuidar muy bien este embarazo múltiple», explica Erika.
Riesgos y desafíos de un embarazo cuádruple
Un embarazo cuádruple en una mujer de 42 años conlleva enormes riesgos tanto para la madre como para los bebés. Según el médico Miguel Huespe, director del Departamento Materno Infantil del Hospital Santojanni, este tipo de situación es «absolutamente infrecuente» y de «riesgo altísimo».
Entre los principales peligros que enfrentaba Erika se encontraban:
- Diabetes gestacional
- Preeclampsia (presión arterial alta)
- Riesgo de trombosis
- Sobrecarga hemodinámica
- Hemorragia postparto, debido a la extrema distensión del útero
Por su parte, los cuatro recién nacidos también estaban expuestos a graves complicaciones:
- Prematurez extrema
- Problemas en el desarrollo de las funciones pulmonares
- Restricción de crecimiento intrauterino
Conscientes de estos desafíos, el equipo médico se preparó minuciosamente para recibir a los cuatrillizos.
El nacimiento de los cuatrillizos
Cuando el trabajo de parto no pudo ser inhibido y las contracciones comenzaron, se dio inicio a la cesárea. Un equipo multidisciplinario de ocho neonatólogos, tres obstetras y dos anestesistas se encargó de atender el parto.
Uno de los bebés, un varón al que llamaron Jordan, nació primero. Luego, del otro óvulo fecundado, nacieron las tres niñas: Laura, Angeline y Victoria. Ninguno de los cuatro recién nacidos pesó más de 2 kilogramos.
Debido a su condición de prematuridad extrema, los cuatrillizos fueron ingresados en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Allí, los médicos y el personal de salud les brindaron la atención y los cuidados especializados que requerían.
Reacciones y apoyo de la comunidad
La historia de Erika y Darío, y el nacimiento de sus cuatro hijos, rápidamente se convirtió en noticia a nivel nacional. Desde todo el país, recibieron mensajes y llamadas ofreciendo ayuda con pañales, ropa y leche de fórmula.
Erika se mostró sorprendida y agradecida por la solidaridad que han recibido. «El cariño de la gente es increíble», expresó. Además, el Gobierno de Córdoba les ofreció la posibilidad de encontrar «un proyecto laboral duradero» para la familia.
Uno de los aspectos más destacados de esta historia es la posibilidad de que uno de los bebés sea apadrinado por el Presidente de la Nación. Aunque Erika admite no saber en qué consiste este beneficio, la idea le genera expectativas. Incluso, menciona que le «sería un honor que Milei sea el padrino de una de las niñas».
El futuro de la familia Demetrio
A pesar de las dificultades económicas que enfrentaban, la llegada de los cuatrillizos ha supuesto un gran cambio en la vida de Erika y Darío. Ahora son una familia de diez miembros, con cuatro hijas mayores y los recién nacidos.