[ad_1]
Un equipo médico del Hospital Verdi Cevallos en Portoviejo, Ecuador, extrajo una inusual bola de cabello del estómago de una paciente de 24 años. Este extraordinario caso ha llamado la atención internacional, destacando los desafíos médicos y la importancia de un diagnóstico y tratamiento oportunos para prevenir complicaciones graves.
La bola de cabello medía al menos 40 centímetros, pesaba 2 libras y tenía un volumen de 896 mililitros, y había estado presente en el estómago de la paciente durante dos años. Le causaba intensos dolores, vómitos frecuentes y dificultad para alimentarse, afectando incluso la primera parte del intestino y provocando una significativa pérdida de peso.
Para diagnosticar la condición, los médicos realizaron una videoendoscopia que confirmó el “síndrome de Rapunzel”, una afección rara caracterizada por un tricobezoar en el estómago. La extracción, que duró 45 minutos, requirió una cirugía compleja en la que participaron varios profesionales de salud y resultó exitosa.
La intervención fue crucial no solo para salvar la vida de la joven, sino también para evitar lesiones adicionales. La paciente, con una “alteración psicoemocional” posiblemente relacionada con su estado, recibirá un seguimiento integral para asegurar su recuperación.
Aunque excepcional, este caso no es único; se han documentado otros similares. En 2014, en India, se extrajo un bezoar de casi 2 kilogramos de una joven, y en 2007, en EE. UU., se realizó una cirugía a otra joven con una bola de 4.5 kilogramos.
La acumulación de cabello, conocida como tricobezoar, suele estar asociada a trastornos psiquiátricos como la tricotilomanía y la tricofagia, que pueden relacionarse con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la ansiedad y la depresión. En la paciente ecuatoriana, se identificó una “alteración psicoemocional” como posible causa. El tratamiento incluye tanto la extracción quirúrgica como un enfoque psiquiátrico integral.
La detección y el tratamiento tempranos son esenciales para evitar complicaciones graves. En este caso, la obstrucción causada por la bola de cabello afectó el intestino, y las consecuencias podrían haber sido más serias sin una intervención a tiempo. El equipo médico subraya la necesidad de seguimiento psiquiátrico para prevenir recaídas o nuevos episodios de acumulación de cabello.