Desde el jueves y hasta mañana domingo el presidente Abinader programó inaugurar 15 obras. Lo propio hace la vicepresidenta Raquel Peña y también la primera dama Raquel Arbaje. Es una carrera frenética porque este miércoles 20 entra en vigencia la prohibición legal para que el presidente, en este caso reeleccionista, inaugure obras. Un lego en los menesteres del proselitismo político-electoral se podría preguntar que cuál es el afán porque sólo habría que esperar un par de meses para luego seguir inaugurando, pero ignora que no es lo mismo para los beneficiarios una obra dizque lista para inaugurar y con detalles pendientes, sin la certeza de cuándo se terminaría. Además, el dominicano sabe que después de las elecciones todo se olvida y más si el responsable de la obra pierde.
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