Jeider Montero Medina, uno de los imputados en el caso relacionado con la muerte de una niña de siete años, presentó ante el tribunal fotografías de su teléfono móvil que evidencian episodios de maltrato mientras la menor permanecía amordazada.
La jueza Fátima Veloz dictaminó este jueves que tanto Montero Medina como su esposa, Yokeiry Coronado de la Cruz, cumplirán tres meses de prisión preventiva como medida de coerción. La magistrada fundamentó su decisión en la gravedad del hecho, señalando que la niña falleció a consecuencia de los presuntos maltratos ocurridos en el sector Los Guandules, en Santo Domingo.

Yokeiry Coronado de la Cruz cumplirá la medida en el Centro Correccional y de Rehabilitación Najayo Mujeres, mientras que Montero Medina permanecerá en Najayo Hombres. Ambos recintos se encuentran en la provincia de San Cristóbal, República Dominicana.
Al concluir la audiencia, la madre de la niña, Estefani Morla Coronado, mostró un profundo dolor y entre lágrimas expresó el sufrimiento por la pérdida de su hija. Su representante legal, Wilson González, indicó que la familia se encuentra conforme con la prisión preventiva, aunque advirtió que el proceso judicial aún debe avanzar. “Habrá que esperar el desarrollo del juicio, pero confiamos en que los acusados reciban una condena de 30 años de prisión por maltrato infantil y por su vinculación en la pérdida de la niña”, manifestó.
El abogado detalló que la menor había sido entregada bajo custodia a la pareja aproximadamente cinco meses antes, debido a compromisos laborales de la madre. Durante ese período, explicó, fue sometida a un patrón de maltrato sostenido. “Se trata de un caso de violencia prolongada que dejó secuelas irreparables y que ahora el sistema judicial debe sancionar con todo el peso de la ley”, enfatizó González.
El Ministerio Público informó que la investigación incluyó pruebas físicas y digitales que permitieron documentar el patrón de abuso. Entre ellas se encuentran los registros fotográficos presentados en audiencia, declaraciones de vecinos y peritajes forenses que confirmaron lesiones graves en el cuerpo de la menor.
El 16 de agosto de 2025, cerca de las 6:30 de la tarde, Yokeiry Coronado de la Cruz pidió ayuda a sus familiares, Alejandrina Rodríguez Polanco y María Polanco de la Cruz, en su vivienda de la calle Respaldo Eugenio Perdomo, en Los Guandules, al observar que la niña presentaba convulsiones.
Al llegar, Alejandrina Rodríguez Polanco contactó al Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1, informando que la menor estaba inconsciente. Posteriormente, una médico forense del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) certificó que la niña ya no vivía, determinando como causa un cuadro de maltrato reiterado, según consta en el Acta de Levantamiento de Cadáver No. 0100959.
La imputada ofreció una versión distinta sobre la muerte de la menor, la cual no coincidió con los hallazgos forenses, motivo por el que fue arrestada tras la lectura de sus derechos. Más tarde, agentes de la Policía Nacional también arrestaron a Jeider Montero Medina, en atención al deber de protección y cuidado que ambos compartían sobre la niña.
El Ministerio Público acusa a Yokeiry Coronado de la Cruz y a Jeider Montero Medina de violar los artículos 295, 303, 303-1 y 304, párrafo II, del Código Penal dominicano, además de los artículos 396, literales a y b, y 397 de la Ley 136-03, que establece el Código para la Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


