La comunidad del vecindario West Ridge, en Chicago, Illinois, Estados Unidos, se encuentra consternada tras el incendio que cobró la vida de Ildefonso Escamilla, de 35 años, y de sus dos hijos, Sebastián, de 8 años, y Danny Escamilla, de 7, durante la madrugada del pasado jueves, en un edificio de apartamentos ubicado en la cuadra 7000 de North Rockwell Street.
De acuerdo con el Departamento de Policía y Bomberos de Chicago, el siniestro se originó alrededor de la 1:50 de la madrugada, en la parte trasera del complejo habitacional de cuatro pisos, provocando un fuego intenso que rápidamente se propagó por los niveles superiores.
Cuando los equipos de emergencia arribaron al lugar, el fuego ya había consumido gran parte del edificio, dejando solo algunas ventanas intactas y el techo completamente destruido.
Más de 100 socorristas, entre bomberos, personal médico y agentes policiales, participaron en las labores de rescate.
Pese a sus esfuerzos, Escamilla y sus dos hijos pequeños fueron hallados sin vida dentro del apartamento.
La esposa de Escamilla logró escapar con vida tras lanzarse desde una ventana del tercer piso con su hijo de un año en brazos.
Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital St. Francis de Evanston, donde la mujer fue internada en estado crítico con múltiples fracturas en las piernas, brazos y costillas, además de una dislocación de hombro y una lesión en el fémur.
Según informó su sobrino, Kevin Aguilar, de 20 años, la mujer fue sometida a cirugía y se prepara para nuevas intervenciones médicas conforme evolucione su salud.
El bebé sufrió lesiones leves y daño pulmonar por inhalación de humo, pero fue dado de alta el domingo del Hospital Infantil Lurie, donde también fue atendida la hija adolescente de 17 años, quien resultó afectada por inhalación de humo y fue dada de alta el sábado.
La tragedia ha dejado una profunda huella entre familiares, amigos y vecinos. “Nos demuestra el gran impacto que Ildefonso realmente dejó”, expresó Kevin Aguilar, sobrino del fallecido. “Estamos muy agradecidos por el apoyo que hemos recibido”.
Hasta el lunes por la tarde, una colecta en línea había recaudado más de 31,500 dólares para asistir a la familia en estos momentos de duelo.
Los vecinos describieron a Escamilla como un hombre solidario, siempre dispuesto a acompañar a otros en momentos difíciles. “Es triste decirlo, pero prácticamente dio su vida por sus hijos”, añadió Aguilar.
Escamilla era conocido por su dedicación al trabajo y su amor por la cocina. Durante más de 15 años, se desempeñó en restaurantes locales y, antes de la pandemia de COVID-19, había logrado abrir su propio puesto de tacos, el cual tuvo que cerrar en 2021.
Aun así, seguía trabajando con entusiasmo para reabrir su negocio gastronómico.
Su sobrino destacó que su tío era un hombre perseverante: “Siempre encontraba la manera de salir adelante. Eso era lo que hubiera querido para todos. Siempre ayudaba a las personas en sus peores momentos”.
Los pequeños Danny y Sebastián eran amantes del fútbol, deporte que llenaba de alegría a toda la familia. “Siempre se reían y hacían reír a todos”, recordó Aguilar con emoción.
Las autoridades locales continúan analizando las causas del incendio para determinar su origen.
Mientras tanto, los allegados de Escamilla se mantienen unidos, recordando los momentos compartidos y valorando la importancia de la familia.
“Nos hemos estado apreciando más unos a otros y dándonos cuenta de que la vida es un regalo”, concluyó Aguilar.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**