Infidelidades en el matrimonio, malas prácticas en el ministerio cristiano, aprobación de la muerte y el aborto, centraron la atención de la Iglesia católica durante la misa Pascual o de Domingo de Resurrección.
En el acto religioso, celebrado en la Catedral Primada de América de Santo Domingo, el párroco Nelson Rafael Clark Vásquez volvió a rectificar la posición de la Iglesia Católica en contra de la interrupción voluntaria del embarazo.
“A los que han pecado en el matrimonio, a los que han sido infieles, a los que han fallado en el ministerio, a los que han defendido la muerte, a los que han defendido el abordo, Dios hoy les perdona”, resaltó.
Clark Vásquez dijo, además, que la iglesia Católica defiende “la vida, no la muerte en ningún modo” y, por lo tanto, considera que un aborto es poner fin a una vida que se está gestando.
Por ese motivo la Iglesia católica —una de las instituciones religiosas más importantes e influyentes del mundo— se opone a la práctica del aborto en cualquier circunstancia, aunque el diagnóstico prenatal muestre malformaciones en el feto o el embarazo suponga un peligro para la salud de la mujer.
En otro orden, el párroco de la Catedral de Santo Domingo sostuvo que hoy en día la inmundicia está arropando a la sociedad a través de la tecnología.
Aclaró que no está en contra de la tecnología, sino que se le debe dar el uso correcto para sacarle el mayor provecho.