Israel ha matado este viernes en un bombardeo a un edificio en Dahye, un bastión del grupo chií libanés Hezbolá en los suburbios meridionales de Beirut, a Ibrahim Aqil, alto mando de la milicia libanesa.
Aqil era considerado el líder “clave” de Hezbolá, y sobre él pesaba una orden de busca de EE UU, país que ofrecía hasta 7 millones de dólares por cualquier pista que informara sobre su paradero.
También conocido como Tahsin, el Gobierno de EEUU acusaba a Aqil de formar parte del cuerpo militar más alto de Hezbolá, el Consejo Jihad.
Durante la década de 1980, Aqil fue un miembro principal de la Organización Yihad Islámica, la célula terrorista de Hezbolá, que reivindicó los atentados con bomba contra la Embajada de los Estados Unidos en Beirut en abril de 1983, en el que murieron 63 personas, y el del cuartel de la Marina de los Estados Unidos, en octubre de 1983, donde murieron 241 soldados estadounidenses.
En esa década, Aqil dirigió también una toma de rehenes estadounidenses y alemanes en el Líbano. Desde 2019 el Gobierno de EEUU lo tenía en su lista de más buscados como “Terrorista Global”.
Refugio de la cúpula de Hezbolá
El de este viernes es el tercer bombardeo israelí contra el Dahye, lugar refugio de la cúpula de Hezbolá, desde el inicio del fuego cruzado entre la milicia chií y el Estado hebreo el pasado 8 de octubre, en paralelo y como respuesta a la guerra en Gaza.
Los dos anteriores mataron respectivamente al número dos de la oficina política en el movimiento islamista palestino Hamás, Saleh al Arouri, el pasado enero; y al máximo comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, a finales de julio.