Cada 12 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Disfagia con la finalidad de dar a conocer una condición que puede afectar a distintas personas en la tercera edad.
La disfagia se define como un síntoma que evidencia problemas en la deglución, es decir, dificultad para tragar. Si bien no es una enfermedad, las personas que la padecen pueden presentar dificultades como incapacidad para ingerir alimentos o líquidos, así como el riesgo de aspiración.
Esta condición afecta aproximadamente a un 8 % de la población mundial, aunque el porcentaje pudiera aumentar entre adultos mayores o pacientes como enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer o accidente cerebrovasculares.
Múltiples profesionales de la salud exhortan a la población que presenta este síntoma, presentarse a sus evaluaciones médicas con especialistas en fonoaudiología o terapia de deglución. La detección temprana y el tratamiento adecuado mejoran considerablemente la calidad de vida de los pacientes con esta afección.
Síntomas
Algunos síntomas son: molestia o dolor al momento de ingerir los alimentos, sensación de que los alimentos no bajan hacia la zona del esófago, presencia de voz ronca, acidez estomacal, pérdida de peso de forma repentina, entre otros.
Historia
Los primeros reportes de la disfagia se remontan a los textos médicos de la Antigua Grecia. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, citó el síntoma de dificultad para tragar como un problema asociado a enfermedades neurológicas.