Lo que comenzó como un simple malestar se convirtió en una amenaza mortal para Luis, de 42 años, quien llegó a la sala de urgencias con un dolor abdominal insoportable y sin haber evacuado en semanas.
Los médicos, tras una evaluación urgente, detectaron un megacolon causado por constipación crónica, con el intestino completamente colapsado y señales de inminente perforación y fallo renal.
Ante el riesgo de una sepsis mortal, Luis fue sometido a una cirugía de emergencia en la que se le extrajeron más de siete kilos de materia fecal compactada. Además, los cirujanos realizaron una colostomía para salvarle la vida.
El paciente, que había ocultado el problema por vergüenza, pasó por un largo proceso de recuperación y hoy lanza un mensaje contundente:
“Ir al baño no es un lujo. Es una necesidad. Cuídala… antes de que tu cuerpo te lo cobre con intereses.”
El equipo médico que lo atendió aseguró que estuvo “a solo un día de morir por infección generalizada”. Casos como este resaltan la importancia de no ignorar señales del cuerpo, especialmente cuando se trata de funciones básicas como la evacuación intestinal.
