El grupo chií libanés Hezbolá lamentó la muerte de su portavoz, Mohamed Afifi, en un bombardeo de Israel el domingo contra la sede del Partido Árabe Socialista Baaz en Beirut, la primera vez en un mes que el Ejército israelí ataca directamente la capital libanesa.
Hezbolá elogió a Afifi como un “líder” en su cometido como portavoz mediático y afirmó que se unió como “mártir” a sus compañeros y a su “padre”, Hasán Nasrala, el máximo responsable de la formación política y militar del movimiento, fallecido en otro bombardeo en Beirut en septiembre, según un comunicado del grupo divulgado el domingo por la noche.
El secretario general del Partido Árabe Socialista Baaz en Líbano, Alí Yusef Hegazy, confirmó la víspera que Afifi estaba entre los muertos causados por el bombardeo de Israel a la sede de su formación en Beirut en una intervención televisiva en el canal Al Mayadin.
El ataque israelí destruyó la sede de la rama libanesa del partido panárabe que mantiene el poder en Siria con Bachar Al Asad.
Por su parte, la organización islamista Hamás lamentó también la muerte de Afifi en un comunicado en el que resaltó sus “audaces apariciones en los medios” desde el Dahye, los suburbios al sur de Beirut bajo constantes ataques israelíes, y dijo que era “una voz de resistencia fuerte y desafiante que perturbaba la ocupación (israelí)”.
El ataque se produjo en el barrio beirutí de Ras al Nabaa
El ataque se produjo en el barrio beirutí de Ras al Nabaa, una zona periférica del sur de la capital considerada parte de su área metropolitana.
La tarde del domingo otro bombardeo israelí volvió a golpear el centro de la capital libanesa, en una jornada inusual con ataques más allá del Dahye, objetivo de asedio diario.
Más de un año de intercambio de fuego entre Israel e Hezbolá en torno a la frontera con Líbano ha acabado con la vida de casi 3.500 personas en este país, la mayoría desde que el Ejército israelí intensificó su campaña de bombardeos el pasado 23 de septiembre. Las fuerzas armadas estiman que unos 2.500 eran milicianos del grupo chií.
Del lado israelí, 76 personas han fallecido por ataques lanzados desde Líbano, de las cuales 45 eran civiles (6 de ellos extranjeros). Además, 42 soldados han muerto en combate en el sur del país vecino, donde mantienen una invasión terrestre desde el pasado 1 de octubre.