Hernández, culpable de tres cargos por narcotráfico

0
496


Nueva York. El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue declarado culpable de tres cargos de narcotráfico y armas por un jurado de Nueva York, tras un juicio que se ha demorado poco más de dos semanas.

Hernández, que espera ahora a que el juez Kevin Castel dicte su sentencia, se convertirá así en el mandatario latinoamericano de mayor rango condenado por narcotráfico tras el caso del panameño Manuel Antonio Noriega, sentenciado en 1992 en un juzgado de Florida a 40 años de cárcel por sus conexiones con el cartel de Medellín colombiano.

Hernández escuchó estoico la sentencia, sin ningún gesto, pero al levantarse de la silla y salir de la sala, se volteó hacia el público, miró a sus dos cuñadas -su esposa no viajó por haberle negado EE.UU. el visado- y les dijo: “Soy inocente. Les quiero mucho, díganselo al mundo”.

Medio centenar de hondureños que se encontraban a las afueras del tribunal comenzaron de inmediato a celebrar el veredicto, que puede costar a Hernández varias cadenas perpetuas.

Penas

El cargo de “conspirar para importar cocaína” conlleva una sentencia de entre 10 años y la perpetuidad; el de “usar y portar ametralladoras y otros dispositivos destructivos” para introducir droga se castiga entre 30 años y la perpetuidad; y el de “conspirar para usar y portar ametralladoras” para la importación de droga también tiene una pena máxima de perpetuidad.

El juez Kevin Castel ha retenido así los tres cargos que presentó contra él la Fiscalía en nombre del Gobierno de Estados Unidos, que ha dicho en repetidas ocasiones que Hernández “participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos”.

La Fiscalía sostenía que la actividad narcotraficante de Hernández no se limita a sus dos mandatos presidenciales, sino a toda su carrera política desde al menos 2004, un tiempo en el que utilizó sus cargos públicos, “así como la Policía y el Ejército” para apoyar a las organizaciones de narcotráfico de Honduras, México y otros lugares.

Aunque durante el juicio no se han visto pruebas concluyentes -en forma de videos, audios o comunicaciones interceptadas- que incriminen a Hernández, de 55 años, el jurado ha sido convencido por los testimonios aportados por notorios narcotraficantes que han declarado contra él después de haberse declarado culpables ante la Justicia estadounidense, presumiblemente en busca de beneficios carcelarios.

Te podría interesar:

Un mensaje

El fiscal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, señaló, al conocerse el veredicto de culpabilidad contra el expresidente hondureño, que espera que el caso “envíe un mensaje a los políticos corruptos” para que cambien de actitud.

Hernández “tuvo todas las oportunidades para ser un agente del bien en su Honduras natal, pero prefirió abusar de su poder y de su país para su propio lucro, y asociarse con los carteles más grandes y violentos del mundo para transportar toneladas de cocaína a Estados Unidos”, aseguró el fiscal.

El fiscal advirtió en su mensaje que “nada nos va a parar para investigar y perseguir a los responsables de enviar veneno a esta comunidad (es decir, la población de EE.UU.), sin importarnos su estatus ni su poder político”.

Los medios estadounidenses que han seguido el caso contra Juan Orlando Hernández, de 55 años, han repetido con frecuencia unas palabras que según el narcotraficante confeso Geovanny Fuentes Ramírez pronunció el ahora condenado: le dijo en una conversación que pensaba “meter la droga en las narices de los gringos”.

Expresidente se une a lista de latinoamericanos

Juan Orlando Hernández se sumó a la lista de políticos y narcotraficantes latinoamericanos juzgados en tribunales estadounidenses, un grupo al que también pertenecen el expresidente de Panamá Manuel Antonio Noriega, el exministro mexicano de Seguridad Pública Genaro García Luna y el líder del cártel mexicano de Sinaloa Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Hernández se convierte así en el mandatario latinoamericano de mayor rango condenado por narcotráfico desde el caso de Noriega, sentenciado en 1992 en un juzgado de Florida a 40 años de cárcel por sus conexiones con el cártel colombiano de Medellín. En los últimos 20 años, Estados Unidos ha visto varios casos de narcotráfico de alto perfil.

video
play-sharp-fill



Source link