Ocho militares de la ONU han resultado heridos por el impacto de un cohete contra instalaciones de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) en la localidad de Naqoura. Todos los cascos azules afectados son austriacos, según ha confirmado el Ministerio de Defensa de Austria.
Ninguno de los militares ha sufrido heridas graves, según ha indicado en redes sociales un portavoz del Gobierno. Austria ha condenado el incidente pese a que ha asumido que es “imposible” determinar por el momento la autoría del lanzamiento del proyectil.
La FINUL ha aclarado que el cohete, que impactó contra una nave que hace de taller, fue lanzado “desde el norte”, por lo que lo “probable” es que derive de Hezbolá. “Hemos abierto una investigación sobre el incidente”, ha anunciado.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel han asegurado que las instalaciones de la FINUL han sido alcanzadas por un proyectil de Hezbolá, según los resultados de una investigación propia. “La organización terrorista continúa violando el Derecho Internacional y representa una amenaza para los residentes de Israel y las fuerzas internacionales”, ha asegurado el Ejército israelí en sus redes sociales.
Tanto el Gobierno de Austria como el contingente internacional han instado a “todas las partes” a cesar los combates de manera “inmediata” y a garantizar la seguridad de las instituciones de la ONU. La FINUL ha recalcado que los efectivos “siguen en sus posiciones” en el sur de Líbano y mantienen su actividad, “adaptados” a una situación que viene marcada por los constantes cruces de ataques entre Israel y Hezbolá.
La misión ha llegado a acusar en varias ocasiones a las fuerzas israelíes de atacar de manera deliberada posiciones e instalaciones de la misión de la ONU. Israel, por su parte, alega que Hezbolá utiliza como escudos humanos a los cascos azules y les ha instado a replegarse.