El jefe del Consejo Ejecutivo del grupo chií libanés Hezbolá, el clérigo Hashem Safi al Din, se perfila como uno de los principales candidatos a suceder como secretario general del movimiento político y grupo armado a su primo materno, Hasán Nasrala, muerto este viernes en un bombardeo israelí a las afueras de Beirut.
En medio de la conmoción provocada por la muerte de Nasralá, que era de hecho la figura de mayor ascendencia política del Líbano y se encontraba en el punto de mira del Estado judío desde hace décadas, el mundo está también pendiente de la sucesión al frente de una organización que vive, ahora, uno de sus momentos más críticos bajo los intensos bombardeos israelíes que han arrasado sus feudos en el Líbano y se han llevado por delante además a muchos de sus altos cargos.
Y en el centro de todas esas miradas está Safi al Din, considerado ampliamente como el segundo en la cadena de mando de la organización, donde también ejerció como jefe del Consejo de la Yihad para supervisar sus operaciones militares.
Primo y religioso
Nacido en 1964 en la localidad de Deir Qanun En Nahr, en el sur del Líbano, el religioso ha estado bien conectado desde sus inicios con la cúpula de Hezbolá y fue escalando posiciones rápidamente en su seno desde su nombramiento como miembro del Consejo de la Shura de la formación, un órgano consultivo, en 1995.
Como la mayoría de clérigos chiíes y altos cargos de la organización, hasta 1994 realizó sus estudios islámicos junto a su primo Nasralá en las ciudades sagradas de Nayaf, en Irak, y Qom, en Irán, donde se encuentran las principales escuelas para todo aquel que aspire a convertirse en un Gran Ayatolá.
Nadie duda, así, de la influencia de Safi al Din, criado en el seno de una familia muy respetada en el sur del Líbano y cuyo hermano Abdalá funge además como el representante y portavoz de Hezbolá en Irán, el principal soporte del movimiento político y de su milicia armada.
De hecho, su conexión con la República Islámica adquirió un giro más personal después de que su hijo Reza se casara en junio de 2020 con Zeinab Soleimaní, la hija del poderoso comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní Qasem Soleimaní, quien fue asesinado en enero de ese mismo año por Estados Unidos en un bombardeo selectivo en Bagdad.
Terrorista y líder
Como la mayoría de los altos cargos de Hezbolá -organización considerada terrorista por Israel y Estados Unidos, pero no por la Unión Europea, que únicamente considera terrorista a su brazo armado-, en 2017 Safi al Din fue designado terrorista por Washington, por ser “un miembro clave” del grupo, según una nota publicada entonces por el Departamento de Estado estadounidense.
Safi al Din ejerce desde 2001 como jefe del Consejo Ejecutivo del grupo chií, pero también fue designado por la organización como comandante militar en el sur del Líbano en 2010, una posición clave para liderar las operaciones contra Israel.
En vistas de su trayectoria, es considerado como el posible sucesor de Nasrala desde 2006, cuando Israel y la organización libraron una breve guerra de alrededor de un mes. Además, al igual que Nasrala, ha aparecido en contadas ocasiones desde el inicio de los enfrentamientos fronterizos iniciados con el Estado judío hace poco menos de un año.
Una de sus últimas intervenciones públicas fue a mediados de septiembre, cuando condenó el asesinato a manos de Israel del máximo comandante de la milicia de Hezbolá, Fuad Shukr, en un bombardeo selectivo en los barrios del sur de Beirut conocidos como el Dahye, la misma zona donde Israel ha acabado con la vida de Nasralá.
“El ejército que una vez se consideró legendario no ha logrado alcanzar sus objetivos a pesar de la continua destrucción masiva, asesinatos, hambruna y asedio”, aseguró en esa ocasión al considerar un fracaso las aventuras militares de Israel tanto en la Franja de Gaza como en el Líbano.