La vicepresidenta Kamala Harris pasó a la ofensiva sobre la inmigración en un mitin electoral realizado en Atlanta el martes, con el fin de contrarrestar los ataques del expresidente Donald Trump sobre el tema, que es uno de los más discutidos en las elecciones de 2024.
Harris promocionó su papel como fiscal general de California que procesó a pandillas transnacionales, cárteles de drogas y traficantes de personas y culpó a Trump por “hundir” el proyecto de ley fronterizo bipartidista de este año en el Capitolio “porque pensó que lo ayudaría a ganar una elección”.
“A Donald Trump no le importa la seguridad fronteriza, solo le importa él mismo”, dijo Harris, y agregó que trabajaría para aprobar el proyecto de ley bipartidista como presidenta.
Los comentarios de la vicepresidenta ocurrieron después de que el martes se lanzara un nuevo anuncio de la campaña de Trump, que se transmite por varios estados clave en disputa y se centra en el historial de Harris en materia de inmigración.
Los republicanos se han centrado en acusar a Harris de abordar las causas fundamentales de la migración en América Central para presentarla ampliamente como la única responsable de la seguridad fronteriza del país durante los últimos tres años.
“Esta es la zar fronteriza de Estados Unidos y nos ha fallado”, dice uno de los nuevos anuncios de la campaña de Trump.
El martes, la campaña de Harris publicó su propio video de campaña de 50 segundos en el que se muestra un contraste similar al que destacó en el mitin.
“Kamala Harris apoya el aumento del número de agentes de la Patrulla Fronteriza. Donald Trump bloqueó un proyecto de ley para aumentar el número de agentes de la Patrulla Fronteriza”, dice el video.
Durante el mitin en Atlanta, Harris también prometió “enfrentar” la especulación con los precios, reducir los costos, prohibir las tarifas ocultas y los cargos por pagos atrasados inesperados en la industria financiera, aprobar un proyecto de ley de acceso a los votantes y promulgar controles de antecedentes universales para las ventas y transferencias de armas.
La gestión de la frontera entre Estados Unidos y México había sido una carga política para el presidente Joe Biden, y ahora está siguiendo a Harris, mientras Trump aprovecha que la vicepresidenta estuvo encargada de abordar las causas fundamentales de la migración en América Central.
Los funcionarios de la administración Biden han sostenido repetidamente que Harris se centró en soluciones a largo plazo, mientras que el Departamento de Seguridad Nacional siguió siendo responsable de supervisar la seguridad fronteriza.
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