
Fin de semana para olvidar en Interlagos. Carlos Sainz se marcha de Brasil con la sensación de haber peleado contra todo: contra un virus que le dejó fuera del jueves de prensa, contra un Williams que nunca se adaptó al trazado, contra un pit stop eterno… y, para rematar, contra un Lewis Hamilton que le “estranguló” en la primera vuelta. Resultado: un 13º con sabor a frustración, aunque con la vista ya puesta en Las Vegas, donde espera que el coche vuelva a respirar.

“No, no ha sido nuestro fin de semana, ni de Williams ni el mío”, resumía el madrileño, sin rodeos. “Hoy, la verdad, que en las vueltas a parrilla el coche iba bastante mejor y tenía esperanzas. Después no salía muy buena también, creo que nos hemos puesto en la lucha por los puntos, pero a la que se ha caído el trozo de alerón delantero que he tenido con el toque con Hamilton… el coche ha perdido mucha carga delantera y se iba muchísimo de delante”.
El incidente con el británico, que apenas se vio en televisión, dejó al Williams herido desde el primer giro. “Nada, yo iba por dentro, creo que él me ha intentado pasar por fuera en la 1 y me ha ido cerrando, cerrando, cerrando, me ha estrangulado y me ha tocado el alerón delantero. Me imagino que él se habrá quedado sin opciones”, explicaba Sainz, que se lo tomó con deportividad, pero sin ocultar cierta resignación.
A partir de ahí, todo fue cuesta arriba. “Si a eso le sumas un pit stop lento, pues al final empiezas a sumar segundos a la carrera y cuando hemos acabado dos o tres segundos fuera de los puntos, pues ahí se nos ha ido la carrera”, lamentaba. Porque sí, el ritmo estaba lejos de ser brillante, pero el madrileño volvió a quedarse a tiro de los puntos, rozándolos con los dedos antes de que la suma de contratiempos los borrara del horizonte.
“Tenemos que entender lo que nos pasa en estos circuitos”
La autocrítica también tuvo su espacio. “Como equipo tenemos que entender bien por qué este tipo de circuitos nos va tan mal a nuestro coche. Intentar encontrar luego en el túnel de viento qué es lo que realmente pasa, porque está claro que a la que vamos a circuitos de curva larga, lenta, el coche le cuesta muchísimo”, reconocía. Williams se ha encontrado con un muro en Brasil: un trazado técnico, de curvas enlazadas, que evidenció una de las mayores debilidades del FW47.
Pero no todo son malas noticias. El madrileño, que el sábado todavía no se sentía bien físicamente, pudo al menos acabar el domingo recuperado: “Hoy es el primer día que me siento al 100% y, de hecho, el coche también se comportó mucho mejor hoy”, aseguraba, dejando atrás los problemas de salud que le lastraron desde el jueves.
Ahora, Sainz ya mira hacia el brillo del neón de Las Vegas. Un circuito que, sobre el papel, debería devolver a Williams a una zona más cómoda. “Será exactamente lo contrario —dijo, con una media sonrisa—. Ahí iremos bien y espero tener un buen fin de semana”.
Porque después de Interlagos, todo lo que venga solo puede ir a mejor.
Las mejores fotos del domingo en Brasil
Queremos tu opinión
¿Qué le gustaría ver en Motorsport.com?
– El equipo de Motorsport.com



