
No era el final de temporada que Isack Hadjar imaginaba. El francés, una de las grandes revelaciones de este 2025, se marchó de Yas Marina Circuit con una mezcla de decepción y frustración después de caer desde la novena posición en parrilla hasta un doloroso 17º puesto. Un golpe emocional que, como él mismo admite, eclipsó un año espectacular para un rookie que no llegaba precisamente como la gran estrella de su generación.
El subcampeón de la Fórmula 2 en 2024 desembarcó en la Fórmula 1 sin el foco mediático que sí acompañaba a Andrea Kimi Antonelli, Gabriel Bortoleto u Oliver Bearman. Sin embargo, vuelta a vuelta, Hadjar se ganó su sitio entre los novatos más destacados del año. En Racing Bulls ha logrado un podio, actuaciones de mucho nivel y, sobre todo, superar con claridad a Liam Lawson, que aunque no figuraba oficialmente como rookie, sí estaba en una situación parecida tras sus pocos Grandes Premios disputados en 2024.

Pero Abu Dhabi fue otra historia. “El Gran Premio se ha ido a la mierda, como podéis ver”, resumía el francés con ironía tras bajarse del coche. En realidad, el fin de semana había sido una anomalía respecto a su temporada: “Ningún ritmo, como me esperaba. Ayer no sé ni cómo coloqué el coche en novena posición. Ningún ritmo en todo el fin de semana, es una pena”.
La falta de explicaciones sólo aumentó la frustración. Cuando le preguntaron qué había ocurrido exactamente, su respuesta fue tan sincera como preocupante: “No. No lo sé”.
Y ese mal resultado tuvo un efecto inmediato en el Mundial. Hadjar perdió el top 10 que tenía prácticamente asegurado. El empujón final de Nico HUlkenberg y, sobre todo, de Fernando Alonso —que cerró el top 10— lo desplazó al duodécimo lugar, empatado a 51 puntos con el alemán. “He perdido mi top 10 en el campeonato, así que no estoy contento”, lamentó. Era un objetivo simbólico, sí, pero importante para cerrar un año que, por rendimiento puro, merecía mejor recompensa.
El francés reconoció que lo que más le dolía no era tanto su clasificación personal como no poder despedirse de Racing Bulls con un buen resultado. “Me da igual esta carrera. Es sólo por el equipo: quería irme con una buena nota, y no lo he hecho. Es un poco triste”. Y añadió: “Ha sido muy duro. Muy duro. Pero no podría sentirme más preparado para ir al equipo principal”.
Porque su futuro inmediato compensa cualquier mal sabor de boca: la próxima semana ya será piloto de Red Bull Racing, donde compartirá garaje con Max Verstappen. Hadjar, fiel a su estilo directo, recordó que su temporada habla por sí sola: “He hecho una temporada suficientemente buena para ser promocionado, así que con eso me basta. Sólo estoy furioso por terminar en una mala nota”.
Para Racing Bulls, al menos, la debacle de Yas Marina no terminó en desastre: el equipo logró defender la sexta posición en el Mundial de Constructores por apenas tres puntos frente a Aston Martin Racing. “Sí, claro. Es un bonus”, admitió Hadjar, aunque su mente seguía clavada en ese top 10 perdido.
La rabia del momento es comprensible. Pero si algo parece claro es que, mirando a 2026, este 12º puesto probablemente será —con toda ironía— el peor resultado de su carrera en los próximos años si logra adaptarse al Red Bull. Y con el talento y el carácter competitivo que ha mostrado en 2025, nadie duda de que tendrá oportunidades para demostrarlo.
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