Las manzanas son consideradas uno de los alimentos más saludables, ricas en nutrientes, fibras y componentes que ayudan disminuir el riesgo de algunas enfermedades. Se trata de una fruta muy popular, fácil de incluir en la dieta y que por su variedad de sabores que van desde ácido hasta dulce satisface paladares.
Dentro de los beneficios del consumo de manzana está el aporte de fibra para el organismo, ya que contiene fibras solubles e insolubles. El consumo de fibra se asocia a una mejor salud digestiva y a disminuir el riesgo de tipos de cáncer y a prevenir una enfermedad cardiovascular.
La combinación de fitonutrientes, como la vitamina C y los flavonoides, ayudan a prevenir el desgaste celular de la vida diaria, según Mayo Clinic.
Para preservar los beneficios nutricionales de las manzanas hay una forma de guardarlas por más tiempo.
Ventajas de congelar las manzanas
La congelación es uno de los métodos de conservación de alimentos más efectivos, ya que cuando se congela a 0 grados F (-17,7 grados C) inactiva cualquier microbio, bacterias, levaduras y hongos que se encuentre presente en los alimentos, según la guía de congelación y seguridad del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS, sigla en inglés).
Esto permite alargar la vida útil de los alimentos, en este caso las manzanas, ya que inactiva el crecimiento de microorganismos que son los responsables del deterioro de los alimentos y las enfermedades que puedan causar al ingerirlos.
Una vez descongelados “estos microbios pueden volver a activarse y multiplicarse en las condiciones adecuadas hasta niveles que pueden provocar enfermedades transmitidas por los alimentos”.
La recomendación del FSIS es tener las mismas precauciones a la hora de manejar los alimentos, como se hace con los frescos, ya que los microorganismos se comportan de igual manera.
Así puedes congelar las manzanas
Las manzanas pueden durar frescas por varias semanas en el refrigerador, sin perder textura y sabor. En cambio, que al congelarlas se puede alargar la vida útil hasta por 6 meses.
Esto se debe, como ya mencionamos, a que al congelarla hay un proceso de inactivación de microorganismo y de esta manera el proceso de descomposición y oxidación se vuelve más lento, dando como resultado que conserve su calidad por más tiempo.
Hay varios aspectos que debemos tomar en cuenta para congelar una manzana, como desinfectarlas y lavarlas. También se recomienda cortarla en rodajas.
Para evitar la oxidación de la manzana conviene hacer una mezcla de 250 mililitros de agua y el jugo de medio limón y pasarlas por esta preparación.
Luego se secan, se guardan en una bolsa de plástico y se llevan a congelar.
Cuando sea el momento de consumirlas, solo debes descongelarlas, preferiblemente pasarlas del congelador al refrigerador para evitar un cambio de temperatura brusco que pueda afectar la textura.
Es importante tomar en cuenta que la formación de cristales de hielo pueden afectar la textura de la fruta.
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