Dormir bien es fundamental para nuestra salud y bienestar general. Sin embargo, en la agitada rutina diaria, muchas personas luchan por alcanzar las 8 horas de sueño recomendadas. Mientras que algunos recurren a somníferos, existe una opción más natural y placentera: hacer el amor. Según expertos, las hormonas liberadas durante la actividad sexual tienen un efecto calmante y relajante que facilita el adormecimiento.
Las hormonas del sexo y su efecto relajante
Cuando tenemos relaciones sexuales, nuestro cuerpo libera una serie de hormonas que tienen un impacto positivo en el sueño. Entre ellas se encuentran la dopamina, la oxitocina, la prolactina y las endorfinas, también conocidas como «hormonas del bienestar». Estas sustancias químicas tienen un efecto ansiolítico, analgésico y relajante, preparando así nuestro cuerpo y mente para un descanso profundo.
Por otro lado, el cortisol, la hormona del estrés, disminuye considerablemente durante el acto sexual. Esta reducción de los niveles favorece aún más la relajación y el adormecimiento, es una mezcla explosiva que nos pone en un estado de calma y beatitud, lo que facilita el sueño. ¡Como después de una buena sesión de ejercicio!.
El contexto del sexo también influye
El contexto en el que se desarrolla la actividad sexual también es determinante para lograr un sueño reparador. Cuando el clima está marcado por el intercambio, las caricias y las miradas, se genera un sentimiento de bienestar y seguridad, elementos propicios para el descanso.
Además, el sexo permite centrarnos en el momento presente y evitar las rumiaciones mentales que a menudo interfieren con el sueño. Al enfocarnos en las sensaciones y la conexión con nuestra pareja, dejamos atrás las preocupaciones que pueden mantenernos despiertos.
El orgasmo, un aliado del sueño
Diversas investigaciones han demostrado que tener un orgasmo poco antes de acostarse facilita significativamente el adormecimiento. Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, publicado en la revista Sleep Research Society en mayo de 2023, reveló que el 75% de los encuestados afirmaron dormir mejor después de un encuentro sexual o un orgasmo.
Según la mayoría de los participantes, esas noches experimentaron una mejora moderada en la calidad de su sueño, gracias a que el orgasmo genera una sensación de bienestar y relajación que predispone al cuerpo y a la mente al descanso.
Beneficios adicionales del sexo para el sueño
Además de los efectos fisiológicos, el sexo también tiene beneficios psicológicos que facilitan el sueño. La actividad sexual mejora la autoestima y la confianza en uno mismo, lo que se traduce en una mayor sensación de valoración y amor propio. Esto, a su vez, contribuye a una transición más suave hacia el sueño.
Por otro lado, las posiciones sexuales más acrobáticas tienden a estimular la energía en lugar de la relajación. Por lo tanto, para favorecer el sueño, es preferible optar por posturas más sencillas y tranquilas.
Consejos prácticos para aprovechar los beneficios del sexo para el sueño
- Establece una rutina: intenta tener relaciones sexuales a una hora fija antes de acostarte, de modo que tu cuerpo asocie el sexo con el sueño.
- Evita la estimulación excesiva: Opta por posturas y prácticas sexuales que te ayuden a relajarte, en lugar de aquellas que puedan aumentar tu energía.
- Crea un ambiente propicio: asegúrate de que el entorno donde haces el amor sea cómodo, tranquilo y libre de distracciones, lo que facilitará la transición al sueño.
- Prioriza el bienestar y la conexión: enfócate en disfrutar del momento presente, el intercambio de miradas y caricias con tu pareja, en lugar de centrarte únicamente en el orgasmo.
- Combina con otras buenas prácticas de higiene del sueño: complementa el sexo con hábitos como mantener un horario regular, evitar el uso de pantallas antes de acostarte y practicar actividad física.