Hábitos diarios que empeoran el dolor de espalda

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‍La vida moderna nos ha llevado a adoptar una serie de hábitos cotidianos que, sin darnos cuenta, pueden empeorar nuestro dolor de espalda. El dolor crónico en la espalda afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener un impacto significativo en nuestra calidad de vida.

Sentado durante largos períodos de tiempo

Pasamos mucho tiempo sentados en nuestros trabajos, en el automóvil o en casa frente a la televisión. Este hábito sedentario puede poner una tensión significativa en nuestra espalda, especialmente si adoptamos una postura incorrecta. Sentarse durante largos períodos de tiempo sin tomar descansos para estirarse y moverse puede debilitar los músculos de la espalda y causar rigidez y dolor. Para corregir este hábito, es importante tomar descansos regulares para moverse, estirarse y fortalecer los músculos de la espalda. Además, asegúrate de mantener una postura adecuada mientras estás sentado, con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo.

Levantar objetos pesados incorrectamente

Levantar objetos pesados de manera incorrecta es otro hábito común que puede causar dolor de espalda. Muchas personas no son conscientes de la forma correcta de levantar objetos y tienden a hacerlo doblando la espalda en lugar de las piernas. Esto pone una presión excesiva en la columna vertebral y puede provocar lesiones en los discos y los músculos de la espalda. Para evitar esto, es importante aprender la técnica adecuada para levantar objetos pesados. Debes doblar las rodillas, mantener la espalda recta y levantar el objeto con las piernas, no con la espalda. Además, si el objeto es demasiado pesado, es mejor pedir ayuda en lugar de intentar levantarlo por tu cuenta.

Postura incorrecta al dormir

La postura en la que dormimos también puede afectar nuestra espalda. Muchas personas duermen en posiciones que no brindan un buen soporte para la columna vertebral, lo que puede provocar dolor y rigidez en la espalda al despertar. La posición más recomendada para dormir es de lado, con las rodillas ligeramente dobladas y un cojín entre las piernas para mantener la alineación adecuada de la columna vertebral. Evita dormir boca abajo, ya que esta posición puede poner una tensión adicional en el cuello y la espalda.

Uso excesivo de dispositivos electrónicos

El uso excesivo de dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes y tabletas, también puede contribuir al dolor de espalda. Pasar largos períodos de tiempo encorvado sobre estos dispositivos puede poner una tensión significativa en el cuello y la columna vertebral. Para evitar esto, es importante mantener una postura adecuada al usar estos dispositivos. Mantén la espalda recta, levanta el dispositivo a la altura de los ojos y toma descansos regulares para estirarte y moverte.

Falta de ejercicio y debilidad muscular

La falta de ejercicio y la debilidad muscular son factores importantes que contribuyen al dolor de espalda. Los músculos de la espalda son fundamentales para mantener una buena postura y proporcionar soporte a la columna vertebral. Si estos músculos están débiles, es más probable que experimentemos dolor y lesiones en la espalda. Para fortalecer los músculos de la espalda, es importante incorporar ejercicios de fortalecimiento en nuestra rutina diaria. Esto puede incluir ejercicios como el levantamiento de pesas, el yoga, el pilates o incluso caminar o nadar regularmente.

Estrés y tensión emocional

El estrés y la tensión emocional también pueden desencadenar o empeorar el dolor de espalda. Cuando estamos estresados, tendemos a tensar los músculos de la espalda, lo que puede llevar a la aparición de dolor y rigidez. Además, el estrés crónico puede afectar la forma en que percibimos el dolor y nuestra capacidad para manejarlo. Para reducir el estrés y la tensión emocional, es importante encontrar formas saludables de lidiar con el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación o buscar el apoyo de un terapeuta.

Sobrepeso y obesidad

El sobrepeso y la obesidad también pueden contribuir al dolor de espalda. El exceso de peso ejerce una presión adicional en la columna vertebral y puede aumentar el riesgo de desarrollar afecciones como la hernia discal o la osteoartritis. Perder peso y mantener un peso saludable es importante para reducir la carga en la espalda y prevenir el dolor. Esto puede lograrse a través de una combinación de dieta saludable y ejercicio regular.

Fumar

Fumar puede tener efectos negativos en la salud de nuestra espalda. La investigación ha demostrado que fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar dolor de espalda crónico y empeorar los síntomas en aquellos que ya lo padecen. Fumar puede afectar la circulación sanguínea y la entrega de nutrientes a los discos de la columna vertebral, lo que puede conducir a su desgaste prematuro. Además, fumar puede afectar la forma en que el cuerpo maneja el dolor y puede interferir con la curación de lesiones en la espalda. Dejar de fumar es beneficioso para la salud en general, incluida la salud de la espalda.

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Mala alimentación

Una mala alimentación y la falta de nutrientes esenciales también pueden contribuir al dolor de espalda. Los nutrientes adecuados son necesarios para mantener los discos intervertebrales y los tejidos de la espalda en buen estado de salud. Una dieta rica en frutas y verduras, granos enteros y proteínas magras puede proporcionar los nutrientes necesarios para una espalda saludable. Además, beber suficiente agua es importante para mantener los tejidos de la espalda hidratados y flexibles.

Uso excesivo de tacones altos

El uso excesivo de tacones altos puede causar una serie de problemas en la espalda. Los tacones altos cambian la alineación de la columna vertebral y pueden poner una tensión adicional en la parte baja de la espalda. Además, caminar con tacones altos puede afectar la forma en que pisamos y puede llevar a desequilibrios musculares y lesiones en la espalda. Limitar el uso de tacones altos y optar por zapatos más cómodos y de apoyo puede ayudar a prevenir el dolor de espalda.

Falta de sueño y descanso adecuados

La falta de sueño y descanso adecuados puede tener un impacto negativo en la salud de nuestra espalda. Durante el sueño, nuestros músculos se relajan y se reparan, lo que es vital para mantener una espalda saludable. La falta de sueño puede contribuir a la tensión muscular y al dolor de espalda. Es importante asegurarse de dormir lo suficiente y de tener un colchón y una almohada de apoyo adecuados.

Falta de atención a las señales de dolor

Finalmente, la falta de atención a las señales de dolor puede empeorar el dolor de espalda. Muchas personas ignoran o minimizan el dolor de espalda, lo que puede llevar a una lesión o agravar una condición existente. Es importante escuchar a nuestro cuerpo y buscar atención médica si experimentamos dolor persistente en la espalda. Un profesional de la salud puede ayudarnos a determinar la causa subyacente del dolor y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.

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Angie Bravo

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