Acusado de disparar a jugador de los Jets Kris Boyd huyó a Buffalo, se cortó el cabello y desechó su teléfono, según fiscalía

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El hombre acusado de disparar al cornerback de los New York Jets, Kris Boyd, en el estómago fuera de un restaurante de Manhattan el mes pasado, huyó a Buffalo, desechó su teléfono celular y se cortó el cabello en un intento fallido de esconderse de la policía, según fiscales. Frederick Green, de 20 años, fue acusado en la Corte Criminal de Manhattan por intento de asesinato, agresión y posesión de armas por el tiroteo que dejó gravemente herido a la estrella de la NFL de 29 años fuera del restaurante Sei Less en West 38th Street el 16 de noviembre. Todo el incidente fue captado por cámaras de vigilancia, en las que Green, originario del Bronx, supuestamente aparece sin máscara ‘antes, durante y después del tiroteo’, declaró la fiscal adjunta Sarah Csanadi. Boyd se encontraba con el linebacker Jamien Sherwood, el receptor Irvin Charles y un amigo de Texas cuando un grupo comenzó a ‘molestarlos’ por sus atuendos llamativos fuera del restaurante, según reportes policiales. Los atletas entraron al establecimiento, pero salieron aproximadamente 10 minutos después, alrededor de las 2 a.m., momento en que el mismo grupo reanudó los insultos. Fue entonces cuando Green, según la acusación, abrió fuego, disparando a Boyd. Un fragmento de la bala entró en una vena, se alojó en su arteria pulmonar y terminó en su pulmón, según los fiscales. El presunto tirador luego huyó en un BMW blanco. Green escapó a Buffalo, donde se escondió en el apartamento de una conocida, alegó Csanadi. Allí, la evidencia indica que se cortó ‘una cantidad extensa’ de su cabello en un intento por ocultar su identidad, cambió su dispositivo telefónico y desactivó sus cuentas en redes sociales. Fue localizado y detenido en el apartamento en Buffalo el lunes, después de que la policía rastreara un Mercedes gris registrado a nombre de su novia, informaron fuentes policiales. Cuando los oficiales intentaron detenerlo, trató de saltar por una ventana para evitar su arresto, relató Csanadi ante el tribunal. Los fiscales informaron a la jueza Kacie Lally que Green no tenía intención de regresar a Manhattan para enfrentar a la justicia. Boyd fue listado inicialmente en condición crítica pero estable. Días después, compartió una actualización esperanzadora en Instagram anunciando que finalmente respiraba por sí mismo. Posteriormente, informó a sus seguidores que había sido dado de alta por un corto tiempo pero tuvo que regresar al hospital ‘debido a mis problemas de salud’. La fiscal Csanadi reveló que Boyd continúa sufriendo complicaciones por las heridas y posiblemente requiere cirugía adicional. Boyd, un defensa de 1.80 metros (5 pies 11 pulgadas), se unió a los Jets este año después de debutar en la NFL con los Minnesota Vikings en 2019. También ha jugado con los Arizona Cardinals y los Houston Texans. Green fue retenido sin derecho a fianza luego de su acusación el martes por la noche. El presunto tirador tiene cuatro arrestos previos en su historial, la mayoría bajo reserva, incluyendo cargos este año por posesión ilegal de identificación y posesión criminal de una sustancia controlada, según fuentes. También fue procesado como delincuente adolescente en 2024 por peligro imprudente y tuvo un arresto juvenil bajo reserva en 2018 por robo. El sospechoso permaneció en silencio cuando los detectives lo escoltaron fuera de la Comisaría Midtown South el martes por la tarde. En la corte, se mantuvo callado, vestido con pantalones de sudadera negros, una chaqueta North Face negra y una mascarilla quirúrgica blanca. Su madre, padre y padrastro estuvieron presentes en la sala. La defensa de Green solicitó detención domiciliaria y fianza, pero finalmente la jueza Lally, a petición de los fiscales, ordenó que fuera retenido sin fianza. Su próxima audiencia está programada para el jueves. **REDACCIÓN FV MEDIOS**

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