Las inundaciones, además de causar daños materiales, representan un grave riesgo para la salud. Tras el paso de lluvias intensas o fenómenos naturales, muchas familias enfrentan el desafío de limpiar y desinfectar sus viviendas. Expertos en gestión de desastres y salud pública han compartido recomendaciones clave para hacerlo de forma segura y efectiva.
Seguridad primero
Corte el suministro eléctrico y de gas antes de ingresar a la vivienda.

Use equipo de protección personal: guantes de goma, botas impermeables y mascarilla.
Verifique que la estructura esté estable antes de comenzar la limpieza.
Retiro de agua y lodo
Elimine toda el agua estancada con bombas o cubetas.
Retire el lodo y escombros con palas y bolsas resistentes.
Deseche materiales empapados como alfombras, colchones y muebles que no puedan desinfectarse.
Limpieza y desinfección
- Lave pisos, paredes y superficies con agua y jabón.
- Desinfecte con una solución de lejía (cloro): 1 taza de cloro por cada 4 litros de agua.
- Seque completamente antes de volver a pintar o reconstruir.
Prevención de enfermedades
- Evite el contacto con agua contaminada.
- No consuma alimentos que hayan estado en contacto con el agua de la inundación.
- Esté atento a síntomas de infecciones gastrointestinales o de piel.
Restauración del hogar
- Ventile bien todas las áreas para evitar el moho.
- Revise instalaciones eléctricas y de gas con ayuda profesional.
- Solicite apoyo a autoridades locales si la vivienda requiere evaluación estructural.
Las inundaciones pueden dejar secuelas invisibles, como bacterias y hongos, que afectan la salud de los habitantes. Por ello, realizar una limpieza profunda y desinfección adecuada es fundamental para volver a habitar el hogar con seguridad.

