guía con los conceptos clave para no perderse en la noche electoral

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Este 5 de noviembre se celebran las elecciones de Estados Unidos: Kamala Harris o Donald Trump serán el próximo presidente de la nación norteamericana en unos comicios que el país y el resto del mundo seguirán con atención. Una noche electoral que, dada la complejidad del sistema electoral estadounidense, es complicado seguir. 

Especialmente en el caso de Europa, donde las tradiciones democráticas, los conceptos geopolíticos de Estados Unidos y sus normas electorales pueden ser difíciles de entender. Para no perderse en la noche electoral, estos son los conceptos clave para enterarse de todo en las elecciones de Estados Unidos de 2024

Colegio Electoral y delegados electorales

En Estados Unidos, los ciudadanos votan a su candidato a través de sus delegados electorales: cada Estado tiene una serie de votos electorales, y entre todos suman 538. Esos delegados, una vez concluidas las elecciones, se reunirán en el Colegio Electoral, en el Capitolio de Washington D.C: allí, cada estado expresará a qué candidato apoya su población. El candidato que tenga 270 o más votos, será proclamado oficialmente presidente.

Estados clave o ‘estados bisagra’ (swing states)

También llamados “purple states“, los swing states son aquellos estados sin una tendencia clara de voto y que pueden variar entre unas elecciones y otras. Son los estados clave, aquellos en los que puede ganar cualquiera y en los cuales las candidaturas de ambos partidos centran sus esfuerzos para captar unos votos que podrían ser decisivos.

En estas elecciones, los Estados bisagra son Nevada, Arizona, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin: siete estados que reparten 93 delegados electorales y que apuntan a ser, una vez más, decisivos.

Voto anticipado y voto por correo

En Estados Unidos, algunos estados permiten realizar un voto anticipado, que dependiendo del territorio puede realizarse por correo (algo habitual en Europa), pero también en buzones de votación habilitados o en centros electorales. La idea es facilitar al máximo la participación en un país de gran extensión y divergencia legislativa. El propio presidente Biden hizo uso de esta opción hace unos días en su estado, Delaware.

Voto popular

Se habla de voto popular para expresar el número global de votos y el ganador de las elecciones de Estados Unidos en número de votos. ¡Ojo! El ganador del voto popular no tiene por qué serlo de las elecciones: el sistema electoral estadounidense, basado en el principio de winner-takes-all, permite que un candidato tenga más votos electorales sin haber ganado en más estados o en el voto popular. Es decir, que el menos votado puede ganar las elecciones si la suma de los delegados electorales de los estados en los que ha ganado da 270 en el Colegio Electoral.

Es poco habitual, pero no imposible: la historia cuenta varios precedentes, entre ellos el del propio Donald Trump en el año 2016.

Distrito electoral

Son las áreas geográficas electorales en las que se organiza cada estado, diseñadas para distribuir de forma equitativa la representación poblacional en los estados. Es habitual escuchar este término durante la noche electoral, ya que la fluctuación de un distrito u otro puede decidir todo un estado y, en última instancia, las propias elecciones.

Redistritación

Cada 10 años, Estados Unidos ajusta su censo y realiza el proceso de “redistritación”, es decir, ajustar las áreas geográficas de cada estado para equilibrar la representación proporcional de cada una de ellas en función de su población. Es un proceso de grandes implicaciones, especialmente para las elecciones a la Cámara de Representantes y el Senado.

‘Gerrymandering’

En el proceso de redistritación, las autoridades locales encargadas de ello pueden intentar ‘hacer trampas’ y manipular deliberadamente los límites y la forma geográfica de los distritos para favorecer a un partido, un grupo social o una ideología. 

Esta táctica se conoce como ‘gerrymandering’, y aunque no es del todo ilegal, se considera una táctica política muy controvertida por reforzar la polarización y distorsionar la representación proporcional de los ciudadanos en las elecciones.

‘Rust Belt’ o “Cinturón del Óxido”

El llamado “cinturón del óxido” aglutina los estados tradicionalmente industriales que han sufrido un largo proceso de declive económico desde la década de los 70 hasta la actualidad. Son Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin: estados tradicionalmente demócratas, pero en la actualidad muchos de ellos son ‘estados bisagra’ o su tendencia de voto ha fluctuado entre ambos partidos, lo que lo convierte en una región decisiva en las elecciones presidenciales.

‘Blue Wall’ o “Muro Azul”

En la misma línea, es “Muro Azul” es un conjunto de estados de tradición demócrata considerados feudos clave del partido: se trata de Michigan, Wisconsin y Pensilvania. También se considera clave en las elecciones, ya que una eventual ruptura del muro azul por parte de los republicanos supone, prácticamente, ganar la Casa Blanca. 

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En 2016, Donald Trump consiguió derribar el muro azul y vencer por la mínima en estos tres estados, una maniobra que los expertos consideran clave para su victoria.

‘Red Wall’ o “Muro Rojo”

Por contra, el “Muro Rojo” son un conjunto de estados de marcada tradición republicana: se trata de Texas, Alabama, Mississippi y Georgia. Sin embargo, no se puede descartar un giro de estos estados, dados los cambios demográficos por la llegada de votantes jóvenes y de población latina, así como de otras zonas del país. También forma parte de esta distinción el conocido como “Sun Belt”, integrado también por estados como Arizona o Georgia.

‘Suburban vote’ o “votos suburbanos”

Al hablar del los suburbios, en Estados Unidos hablamos de las tradicionales urbanizaciones a las afueras de las ciudades: centros demográficos donde se concentran familias y unidades de convivencia que, a menudo, registran tendencias de voto más moderadas que en las propias ciudades o en el mundo rural. 

Su tendencia al centro los convierte en un objetivo de campaña de demócratas y republicanos, ya que los expertos apuntan a que su apoyo puede ser decisivo en determinados estados.

“Cinturón Bíblico” (Bible Belt)

Es el conjunto de estados donde hay una gran mayoría de población cristiana evangélica: se trata de Alabama, Misisipi y Tennessee, tres estados de fuertes raíces conservadoras, sureñas y tradicionalistas, alineados normalmente con el Partido Republicano. Sin embargo, otros temas como la economía o los derechos sociales suelen tener especial incidencia en su población, por lo que ambos partidos centran atención sobre ellos.

“América Profunda”

Literalmente se refiere al ‘Mid West’, los territorios rurales del centro de Estados Unidos, como Kansas, Nebraska, Oklahoma, Iowa o Misuri. Son áreas tradicionalistas y conservadoras, que tradicionalmente votan al Partido Republicano por sus políticas energéticas, desreguladoras y agrarias.

“Ola azul” u “ola roja”

Se habla de “ola azul” u “ola roja” para referirse a una hipotética victoria amplia de demócratas y republicanos. Hay que recordar que, en un orden inverso a la asociación de los colores en la tradición política europea, en Estados Unidos el color rojo es el color de los republicanos (conservadores) y el azul, el color de los demócratas (progresistas).

Proyección

El recuento oficial y la certificación del resultado de las elecciones por parte del Colegio Electoral llega semanas después de las elecciones. Ahí juegan los medios de comunicación un papel clave, ya que son los encargados de “proyectar”, a través de datos parciales, encuestas a pie de urna y modelos predictivos muy avanzados, qué candidato gana en cada Estado, así como anunciar la “proyección” del próximo presidente de Estados Unidos al sumar 270 votos electorales. Es la única forma de conocer el ganador de las elecciones en la misma noche de los comicios.

Cámara de Representantes y Senado

El sistema legislativo de Estados Unidos se articula en el Congreso, cuya sede es el Capitolio de Washington. Está compuesto por dos Cámaras: la Cámara de Representantes (el equivalente en España al Congreso de los Diputados) y el Senado. 

Además de al presidente, los ciudadanos de EEUU votan este martes para renovar la Cámara de Representantes (435 miembros) y un tercio del Senado: ambos comicios son claves, ya que las cámaras marcarán la capacidad del próximo presidente de Estados Unidos para establecer su agenda legislativa.



El candidato republicano a la presidencia de EE UU, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton, durante el segundo debate entre ambos.

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Super PAC

En las elecciones de Estados Unidos juegan un papel clave los llamados ‘Super PAC’, los comités de acción política que no forman parte oficial de la campaña de ningún candidato, pero que recaudan dinero para sus campañas. Son organizaciones que promocionan económica y comunicativamente a un candidato, organizando actos de campaña o pagando anuncios en favor de un candidato.

‘Concession’ o “conceder”

Al perder las elecciones, en la jerga electoral estadounidense se dice que el candidato perdedor “concede” al dar un discurso público asumiendo la derrota y reconociendo al ganador y futuro presidente. Es un gesto simbólico de respeto al proceso democrático. En las últimas elecciones, Donald Trump no lo realizó al no reconocer la victoria de Joe Biden. 



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