El exceso de grasa alrededor del páncreas podría ser un mal augurio para la salud del cerebro que envejece, muestra una investigación reciente. Pero tal vez solo si eres hombre: la relación no se observó entre las mujeres, anotó el equipo de la Universidad de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey.
En los hombres de mediana edad con un riesgo alto de enfermedad de Alzheimer, pero no en las mujeres, una mayor grasa pancreática se asoció con una cognición y unos volúmenes cerebrales más bajos, lo que sugiere un vínculo potencial específico del sexo entre la grasa abdominal distinta y la salud cerebral”, señaló el autor principal, Michal Schnaider Beeri. Dirige el Centro de Investigación de Alzheimer Herbert y Jacqueline Krieger Klein en el Instituto de Salud Cerebral de Rutgers.
En el nuevo estudio participaron 204 personas sanas de mediana edad que eran descendientes de una madre y/o un padre con antecedentes de enfermedad de Alzheimer. Eso los puso en mayor riesgo de contraer la enfermedad.
El equipo de Beeri realizó IRM que observaron los depósitos de grasa alrededor del páncreas, el hígado y el abdomen de cada participante. Encontraron que el exceso de acumulación de grasa dentro y alrededor del páncreas estaba relacionado con el empeoramiento de los volúmenes cerebrales y la función cognitiva. Esto era específico para los hombres, pero no para las mujeres.
La acumulación de grasa en el páncreas se asoció con menores volúmenes cerebrales y funciones cognitivas en hombres (Imagen ilustrativa Infobae)
Es bien sabido que la obesidad es un factor de riesgo de un funcionamiento cognitivo más bajo y un riesgo más alto de demencia, dijo el equipo, pero el rol del género ha sido menos claro. El nuevo estudio sugiere que los hombres son más vulnerables a los efectos nocivos de la grasa de los órganos en la función cerebral que las mujeres.
Los hallazgos también podrían tener implicaciones en la forma en que se mide la grasa en lo que respecta a la salud del cerebro, añadió el equipo de Beeri.
El índice de masa corporal (IMC) “representa mal la distribución de la grasa corporal y no necesariamente toma en cuenta las diferencias de sexo” en lo que respecta al riesgo de demencia, señaló el equipo en un comunicado de prensa de la Rutgers. Creen que las mediciones más precisas de la grasa visceral (de órganos) podrían ser más útiles.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 27 de febrero de la revista Obesity.
Más información: Hay más información sobre la grasa visceral en la Clínica Cleveland.