Por: Ana Paula González.
Santo Domingo.- Este sábado cientos de jóvenes dieron un paso importante en sus vidas. Después de años de esfuerzo, sacrificio y dedicación, han completado su formación académica en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Hoy son profesionales, pero el verdadero desafío está por comenzar.
Carla Fadal, de 27 años, es una de las protagonistas de este día, comentó a Noticias SIN que no solo ha logrado un hito personal, sino uno familiar. Hoy, tras completar su carrera de Matemáticas en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), sus emociones están a flor de piel.
“Es un orgullo muy grande, somos seis hermanos y yo soy la primera en graduarme. Mi familia está muy feliz, mis papás no se lo creen. El orgullo no les cabe en el pecho. Ahora comenzaré a mandar currículo en espera de empleo que no es fácil conseguirlo pero estoy positiva”, expresó Carla Fadal, graduada.
Al igual que Carla, otros 956 jóvenes celebran el cierre de un capítulo. Todos los egresados comparten algo en común: el anhelo de lo que está por venir. El auditorio, testigo de esta septuagésima séptima graduación, vibraba con sonrisas, abrazos y sobre todo, esperanza.
“Se siente increíble ver los frutos de estos cuatro largos años. Ha sido difícil, pero vamos con todo para el futuro”, sostuvo Lizbeth Rodríguez, graduada.
“No pierdan las esperanzas. Es cierto que encontrar empleo es complicado, pero no se rindan. Vale la pena seguir preparándose, al final todo esfuerzo tiene su recompensa”, señaló Ángelo Hernández, graduado.
“En estos 62 años de servicio, la educación de calidad ha sido nuestra bandera. Hoy celebramos a más de 100,000 egresados que, como ustedes, han hecho de esta universidad un referente de excelencia y dedicación”, enfatizó Secilio Espinal, rector PUCMM.
Entre los momentos más destacados de la ceremonia, el invitado de honor, Román Jaqués, presidente de la Junta Central Electoral, recordó a los jóvenes la importancia de ser actores activos en la democracia del país.
“La democracia es un proceso en constante mejora, que necesita nuestra participación. Los invito a involucrarse activamente. No solo vean el juego, ¡jueguenlo!”, relató Román Jaqués, presidente JCE.
Con sus títulos en mano y un futuro por delante, estos jóvenes profesionales comienzan a escribir un nuevo capítulo en sus vidas. El mercado laboral puede ser retador, pero ellos están listos para asumir ese desafío con determinación.