TORONTO — Los Blue Jays confiaron en George Springer para el partido del viernes, dándole el beneficio de la duda tras su lesión. Springer regresó a la alineación como leadoff apenas tres días después de salir por molestias en el costado durante un swing.
El equipo había ganado los Juegos 4 y 5 de la Serie Mundial sin el veterano bateador designado, pero su presencia era crucial para el sexto encuentro.

“La retroalimentación que recibimos de él en los últimos días fue positiva, y verlo batear nos dio confianza”, explicó el mánager John Schneider antes del partido. “Si la temporada tuviera potencial para extenderse dos semanas más, quizás habríamos sido más cautelosos. Pero está listo para jugar”.
El bate de Springer ha sido fundamental en esta postemporada, destacando su jonrón de tres carreras contra los Mariners en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, que coronó una espectacular remontada y le dio el banderín a los Blue Jays.
En su regreso, Springer completó una actuación de 2-4 con una carrera impulsada, manteniendo un OPS de .884 en la postemporada con cuatro jonrones.
Por los Dodgers, Miguel Rojas (0-3) recibió su primera apertura en la serie como segunda base, mientras Tommy Edman (1-3) se movió al jardín central. Fue el segundo juego consecutivo con Andy Pages en la banca.
“Quería a Miggy en la alineación”, afirmó el mánager Dave Roberts. “Ha sido un jugador clave este año y su presencia aporta intensidad y energía adicional, tanto ofensiva como defensivamente”.
Los Dodgers también ajustaron su orden al bate: Mookie Betts (1-2, dos carreras impulsadas), en medio de una mala racha, fue movido del segundo al cuarto lugar, mientras Will Smith (1-3, una carrera impulsada) bateó segundo, entre Shohei Ohtani (1-3) y Freddie Freeman (0-3).
“Busqué que esos tres jugadores tuvieran oportunidades de embasarse delante de Mookie”, explicó Roberts. “Es una cuestión de maximizar turnos al bate”.
En un momento más ligero, Schneider compartió antes del juego cómo había pasado el Halloween anterior: “Sentado en la entrada de la casa de mi vecino, tomando una cerveza y repartiendo dulces. Esto es mucho, mucho mejor”.
El mánager confesó no usar disfraz: “Creo que Halloween es una fiesta inventada. No me disfrazo, es quizás mi festividad menos favorita. Pero si es una excusa para compartir en el vecindario con unas cervezas frías, estoy a favor. Aunque prefiero mil veces este ‘disfraz’ de mánager en la Serie Mundial”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


