La selección de Estados Unidos consiguió dar el golpe sobre la mesa este domingo durante la final de la Liga de Naciones de la Concacaf al vencer a México 2-0 para ratificar el dominio que en los últimos encuentros se ha visto por parte de los americanos.
Gracias a un golazo de Tyler Adams cerca del cierre del primer tiempo y otro de Giovanni Reyna poco después de la reanudación, Estados Unidos pudo sumar su tercer torneo de manera consecutiva desde su inauguración en 2019.
El partido desarrollado en el estadio AT&T en Arlington, Texas, mostró a ambas selecciones cautas en los primeros minutos con la premisa de que en caso de algún error el rival se vería beneficiado, en una tónica que se mantuvo por la primera mitad de la etapa inicial.
Sin embargo, conforme avanzaron los minutos Estados Unidos fue plantándose en el terreno de juego y desarrollando su fútbol, que aunque no había obtenido el premio del gol sí consiguió hacerse con la pelota.
Y al final la posesión fue lo que le permitió a Estados Unidos adelantarse en el marcador gracias a una jugada que parecía intrascendente. Con la pelota en posición de Weston McKennie, éste cedió a Tyler Adams quien estaba en todo el mediocampo y sacó un remate desde unos 30 metros que venció la valla defendida por Memo Ochoa.
El remate, que superó la estirada de Ochoa, se coló casi en toda la escuadra del pórtico para poner a ganar a Estados Unidos a segundos de la patada inicial.
De manera sorprendente el goleador Adams dejó la cancha para darle paso al brasileño nacionalizado estadounidense, Johnny, al inicio de la segunda aparte, que aunque restó carácter ofensivo en los americanos ayudó a manejar más la esférica.
De cualquier manera el complemento contó con el dominio de Estados Unidos ante una ofensiva mexicana que apenas pudo rematar dos veces dentro de los tres palos en los 90 minutos.
El buen juego del local se puso de manifiesto al 63′ cuando la joven estrella Giovanni Reyna anotó con un fuerte remate el 2-0 tras una serie de rebotes que el Tri no pudo despejar.
El resto fue anecdótico para una selección de Estados Unidos que puso su juego sobre la cancha ante una selección de México en la que reinó la pasividad.
De esta manera Estados Unidos mantiene el dominio sobre México que ha caracterizado los dueños en los últimos años, con cinco victorias y dos empates entre partidos amistosos y oficiales desde 2019.
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