São Paulo.- El Ministerio Público Federal (MPF) de Brasil presentó este viernes un recurso contra la decisión judicial que mantuvo una subasta de 19 concesiones petroleras en áreas próximas a la desembocadura del río Amazonas, medida que precedió a la licencia obtenida esta semana por Petrobras.
Según la nota de la Fiscalía, divulgada por Agência Brasil, la subasta en la que Petrobras obtuvo las concesiones en la cuenca de Foz do Amazonas no contó con un estudio exhaustivo sobre los impactos climáticos ni con una evaluación ambiental de la capacidad de la respectiva cuenca sedimentaria.
«El MPF sostiene que la ausencia de estudios y consultas en la fase previa a la licitación constituye una grave infracción del ordenamiento jurídico y de los compromisos internacionales asumidos por Brasil», afirmó el organismo, que destacó además la necesidad de realizar consultas previas a las comunidades indígenas.
El Ministerio Público había presentado el pasado 12 de junio una denuncia ante la Justicia contra la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), el regulador a cargo de la subasta, basándose en estos mismos argumentos.
Sin embargo, cinco días después de la presentación judicial se realizó la subasta, en la que Petrobras se adjudicó diez concesiones en esta región marina cercana a la desembocadura del río Amazonas. Las otras nueve fueron adjudicadas a un consorcio integrado por Chevron (65 %) y CNPC (35 %).
Un grupo de ocho ONG, entre las que se encuentran Greenpeace y WWF, presentaron una denuncia ante la Justicia brasileña para anular el permiso y suspender de forma cautelar la perforación, que Petrobras inició inmediatamente después de obtener la autorización para explorar las reservas de crudo.
Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil defendió en un comunicado el «rigor» del proceso de licenciamiento, que duró casi cinco años, y señaló que la petrolera había implementado mejoras en el proyecto para responder a posibles emergencias.
El área tiene un potencial de 10.000 millones de barriles recuperables y podría atraer inversiones por 300.000 millones de reales (55.000 millones de dólares) a un país que ya es el séptimo mayor productor de crudo del mundo, según datos del Gobierno.
La concesión del permiso petrolero se produce a menos de un mes de que Brasil acoja la cumbre climática de la ONU (COP30) en la ciudad amazónica de Belém, evento en el que el país pretende presentarse como líder mundial en la agenda ambiental.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**