Los fiscales en el juicio contra José Antonio Ibarra, acusado del asesinato de la estudiante de enfermería Laken Riley, de 22 años, presentaron este lunes una serie de evidencias que, según ellos, vinculan al acusado con el crimen ocurrido el 22 de febrero cerca del campus de la Universidad de Georgia, en Athens.
Durante el tercer día del juicio, la fiscal Sheila Ross afirmó que las pruebas demuestran que Ibarra “salió a cazar mujeres” aquella mañana y que evidencias como ADN, una huella digital y un video lo señalan como el responsable del asesinato.
Testimonio sobre el video de la chaqueta
Un testimonio clave provino de Rosbeli Flores Bello, excompañera de cuarto de Ibarra, quien identificó al acusado en un video donde se le ve tirando una chaqueta en un contenedor de basura, informó NBC News.
Según los fiscales, la chaqueta contenía sangre de Riley y del propio Ibarra. Flores Bello confirmó que reconoció la chaqueta como una que el acusado solía usar frecuentemente.
Aunque la defensa argumentó que las pruebas son circunstanciales, Flores Bello afirmó que el comportamiento de Ibarra en el video le parecía “extraño”.
También detalló que la mañana del crimen, Ibarra y sus hermanos parecían estar dormidos en su apartamento cuando ella se levantó entre las 10 y las 11 a.m., aproximadamente 30 minutos después del asesinato, según recogió el medio,
Datos de teléfonos celulares
El agente especial del FBI James Berni testificó que los datos del teléfono celular de Ibarra lo ubicaban cerca del lugar donde Riley corría antes de ser atacada.
Además, Jamie Hipkiss, otro agente del FBI, presentó fotografías tomadas desde el teléfono de Ibarra la madrugada del 22 de febrero, en las que vestía ropa similar a la del hombre captado en el video tirando la chaqueta.
Hipkiss también explicó que el teléfono de Ibarra estaba nuevamente en su apartamento y conectado a cargar a las 9:58 a.m., apenas 14 minutos después de que el video registrara al hombre en el contenedor de basura.
Evidencias y declaraciones adicionales
La fiscalía reprodujo una llamada grabada desde la cárcel entre Ibarra y su esposa, Layling Franco. Durante la conversación, Franco pidió repetidamente al acusado que dijera la verdad y expresó su desconcierto ante la evidencia en su contra.
Por otro lado, el cabo de policía Rafael Sayan testificó que, al ser interrogados tras el crimen, Ibarra y sus hermanos mostraron una actitud relajada y no dieron explicaciones claras sobre las heridas visibles en los brazos del acusado.
El abogado defensor Dustin Kirby insistió en que las pruebas son insuficientes y calificó la evidencia como “circunstancial”. En contraste, la fiscal Ross aseguró que la lucha de Riley por defenderse dejó evidencia concluyente que vincula a Ibarra con el crimen.
El juicio continuará con la presentación de más pruebas forenses y testimonios clave en los próximos días. Si es declarado culpable, Ibarra podría enfrentar cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Con información de NBC News.
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