Fin de la ayuda federal pandémica a NYC pone a tambalear a programas de apoyo a los estudiantes más pobres

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Una coalición conformada para defender la calidad educativa en la ciudad de Nueva York, tomó este miércoles la sede de la Alcaldía en el Bajo Manhattan, para dejar claro que a partir del próximo mes, algunos programas de ayuda a los estudiantes más vulnerables y necesitados podrían empezar a perder fondos. O en el peor de los casos, serán borrados del mapa.

Este riesgo es cercano, porque una serie de planes que se financiaban con ayuda federal, derivados de la emergencia pandémica, ya no serán transferidos a las arcas municipales. 

Aunque en el presupuesto propuesto por el alcalde Eric Adams, no incluye recortes a los programas educativos regulares, y se inyectan cerca de $600 millones para mantener a flote algunas estrategias que surgieron durante la pandemia, hay otros que están a borde de desaparecer por completo, como las estrategias para dar asesorías a estudiantes indisciplinados, apoyos para ir a la universidad, ciertos recursos para la educación especial preescolar y la contratación de enfermeras escolares.

Asimismo, se esperan restricciones en el objetivo de hacer mucho más grande el acceso a los jardines de infantes gratuitos.

Los alumnos y los grupos familiares más afectados son quienes viven en vecindarios con los mayores niveles de pobreza y quienes además no tienen vivienda estable. 

“Se necesita de manera urgente, que se restituyan fondos que ascienden a $1 mil millones. De lo contrario muchos servicios escolares, para los más vulnerables empezarán a fallar o desaparecer”, precisó en un comunicado la Coalición de Emergencia para Salvar los Programas Educativos, conformada por más de 170 organizaciones de defensa de derechos civiles y la infancia.

El mes pasado, portavoces del Departamento de Educación (DOE) precisaron una reducción de más de $800 millones para el año fiscal 2024, impulsado por los fondos federales que ya no llegaran.

“Estamos todavía afinando detalles de un presupuesto sustentable y responsable. Hemos reforzado muchos servicios estudiantiles que antes no existían, especialmente en materia de salud mental y nutrición. Cualquier niño neoyorquino, tiene acceso universal a la educación”, destacó un portavoz del DOE.

Amenaza a la educación inicial

Existen claras amenazas, de que si se aprueba el presupuesto, tal como está planteado, se frene la expansión de los programas gratuitos de educación en la primera infancia conocidos como 3-K y pre-K.

Este plan permite a la Ciudad garantizar un asiento para cada niño, de tres años en 12 de los 32 distritos escolares y duplicar la cantidad que participan en el sistema de aprendizaje temprano.

En este particular, se trata de un tijerazo de $93 millones de dólares en ayuda federal para el 3-K. De acuerdo con algunos balances, esto afectaría entre 9,000 y 15,000 niños de educación inicial.

En la demostración al frente del City Hall, el contralor de la Ciudad de Nueva York, Brad Lander, refirió que 3-k y pre-k son algunas de las mejores cosas que han sucedido en la Gran Manzana en la última década, por lo cual exigió que el dinero debe restablecerse en el presupuesto.

“No podemos tener un ciclo descendente, en el que se hace un pequeño recorte y menos niños asisten a los programas. Dejan de ingresar al sistema y entonces se dice que no es un recorte, porque financiamos a todos los que asistieron. Esta es una promesa que debe ser universal y de alta calidad para cada uno de los niños de Nueva York”, aseveró Lander.

También, el corte del dinero federal pondría freno a que centenares de planteles sean capaces de aplicar la “justicia restaurativa” y dejen de aplicar la “disciplina excluyente”, es decir las expulsiones. Pues las asesorías para mantener a estos estudiantes en las aulas, prácticamente desaparecerían.

Exactamente 19 fondos de estímulo económico expirarán en los próximos días.

Asimismo, programas de alfabetización y dislexia, que ayudan a realizar pruebas de detección y los servicios de traducción e interpretación, que son especialmente vitales, en un momento en que más del 40% de los estudiantes hablan un idioma distinto del inglés, todavía no tienen un panorama claro de cómo se sostendrán.

Tampoco se encuentra en las previsiones presupuestarias, los $9 millones necesarios para que coordinadores en refugios, que ayuden a los niños sin hogar a ir a la escuela todos los días y acceder al apoyo educativo necesario.

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Menos soporte en las escuelas

El impacto del fin de este oxígeno financiero, también podría afectar la posibilidad de seguir manteniendo a los 450 nuevos trabajadores sociales y 60 psicólogos, para llevar a tiempo completo soporte en salud mental a algunos planteles, cuyos salarios fueron cubiertos por $80 millones procedentes de la emergencia de salud pública.

El alcalde en su proyecto de presupuesto del año 2025, incluyó dinero para mantener algunas de estas iniciativas. Pero no todas tendrán una restauración completa. 

Este plan de asesoría de trabajadores sociales, está a la disposición de 194,000 estudiantes que anteriormente no tenían soporte a tiempo completo, estimaron los defensores. 

Están tambaleando también más de 100 “escuelas comunitarias”, que se asocian con organizaciones para brindar apoyo adicional a las familias. 

Los fondos que apuntalaron los presupuestos de los centros escolares, cuyas inscripciones cayeron durante la pandemia, también se están agotando.

“Los apoyos financieros no abordan los fondos de la Ciudad, que expiran para muchos proyectos comunitarios. Exigimos al alcalde y al Concejo que cierren completamente la brecha de financiación del estímulo federal y garantizar el apoyo a comunidades escolares. Los jóvenes y las familias de la ciudad no merecen menos”, destacaron portavoces de esta coalición.

Fondos para prosperar

En los últimos tres años, las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York se beneficiaron de más de $7 billones en fondos de estímulo federal. 

Los planteles utilizaron estos fondos, no solo para ayudar a afrontar los retos relacionados con la pandemia, sino también para poner en marcha una serie de programas para cubrir necesidades que existían mucho antes de la pandemia.  

Asimismo, los Centros de Éxito Estudiantil (SSC) está en la lista de los programas que no tiene claro cómo seguirán funcionando. En 34 escuelas secundarias, líderes juveniles capacitados crean una cultura universitaria en sus escuelas y ayudan a sus compañeros en el proceso de admisión a la universidad. 

En est sentido, la líder juvenil Adriana Calixto exigió a los líderes electos la importancia de financiar estos centros: desempeñan un papel crucial en la educación superior, al brindarnos no solo un espacio seguro, sino también un sistema de apoyo que ayuda a mejorar nuestro desarrollo académico, personal y nuestro bienestar.

La amenaza clara es que si el presupuesto municipal que deberá ser aprobado antes del 1 de Julio no restablece este dinero, más de 30 escuelas secundarias que inscriben a estudiantes de 18K podrían perder el apoyo del SSC con el proceso de admisión a la educación superior.

Por su parte, la concejal de Brooklyn, Alexa Avilés, quien apoyó a los manifestantes, se quejó que con un presupuesto de $111 mil millones ningún punto sobre la educación debería sacrificarse.

“¿Por qué estamos aquí de nuevo? Por servicios básicos importantes para que nuestros niños y nuestras familias puedan prosperar”, acotó.

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Actualmente, cada escuela pública tiene una enfermera o un centro de salud escolar. Si una de estas profesionales falta, se envía una contratada para brindar cobertura.

Antes de la pandemia, al menos 137 escuelas que atendían a aproximadamente 70,000 estudiantes no tenían una enfermera escolar. Los fondos federales de COVID-19, que en esta partida en específico ascendían a $65 millones, están en este momento en entredicho.

¿Dónde faltan fondos?

  • $92 millones será el financiamiento de la Ciudad del próximo año fiscal 2025 para 3-K y Pre-K para compensar la pérdida de dólares federales, pero hay un déficit de financiación de $170 millones.
  • $13 millones están faltando para satisfacer la necesidad en educación especial preescolar, debido a la escasez de asientos en estos centros educativos. 
  • $12 millones en fondos federales se dejarán de recibir para que las escuelas públicas mantengan estrategias de justicia restaurativa, que dan alternativas a la expulsión de estudiantes por razones disciplinarias. No se incluyó un centavo en el presupuesto municipal para sostener este trabajo.
  • $5 millones para que estudiantes de 50 escuelas de alta necesidad, tengan acceso a apoyo interinstitucional en salud mental, serán necesarios en los próximos meses, pero no están incluidos en el proyecto de presupuesto este año.
  • $14 millones es el faltante para dar vigor en los próximos meses a las escuelas comunitarias, que brindan a los estudiantes programación extraescolar, atención médica y servicios integrales. 
  • $4 millones para que funcionen estrategias de comunicación e información a las familias inmigrantes, con niños en las escuelas, que viven en refugios, están en riesgo.
  • $3.3 millones en estímulo federal que expira en unas semanas para apoyar los Centros de Éxito Estudiantil, en 34 escuelas secundarias, donde líderes jóvenes capacitados construyen una cultura de ir a la universidad en sus escuelas tampoco fue incluido en el presupuesto municipal.



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