FBI no creía tener causa probable para allanar Mar-a-Lago, revelan documentos internos

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WASHINGTON — El FBI no consideraba que sus agentes tuvieran causa probable para ejecutar la orden de registro en la propiedad Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump en agosto de 2022, según documentos internos divulgados este martes por el senador Chuck Grassley (republicano por Iowa).

La Oficina de Campo del FBI en Washington declaró que ‘no cree (y se lo ha comunicado al Departamento de Justicia [contrainteligencia]) que hayamos establecido causa probable para la orden de registro de documentos clasificados en Mar-a-Lago’, según uno de los registros redactado por un asistente de agente especial no identificado.

‘El Departamento de Justicia ha opinado que sí tienen causa probable’, continúa el documento, ‘solicitando un alcance amplio que incluya residencia, oficina y espacios de almacenamiento’.

El funcionario del FBI señaló que los agentes habían pasado seis semanas intentando establecer causa probable en lo que calificó como esfuerzos ‘contraproducentes’. Las entrevistas con testigos tampoco arrojaron pruebas de que permanecieran archivos de inteligencia sensibles ocultos en la propiedad del expresidente, luego de que un conjunto de documentos fuera devuelto el 3 de junio de 2022.

Grassley, presidente del Comité Judicial del Senado, publicó en la red social X que los registros eran ‘impactantes’, enfatizando que el ‘FBI NO CREÍA TENER CAUSA PROBABLE para allanar la casa Mar-a-Lago del presidente Trump, pero el Departamento de Justicia de Biden lo impulsó de todos modos’. El republicano por Iowa también afirmó que los correos electrónicos y otros documentos evidenciaban una ‘denegación de justicia’ contra Trump.

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El memorándum sobre la causa probable y una serie de correos electrónicos intercambiados apenas una semana antes del allanamiento del 8 de agosto de 2022 muestran que el FBI buscaba ‘un segundo camino’ para la orden de registro, según escribió Tony Riedlinger, agente especial a cargo de contrainteligencia de la Oficina de Campo de Washington.

Riedlinger y el jefe de la oficina de campo de DC, Steven D’Antuono, también fueron incluidos en un correo electrónico que reveló que el buró esperaba ejecutar la orden ‘de manera profesional y discreta…, consciente de la imagen del registro’. Esto implicaba una solicitud de cooperación a uno de los abogados de Trump que, según los funcionarios del FBI, ‘podría no ser bien recibida en el Departamento de Justicia’.

El fiscal especial Jack Smith acusó a Trump de decenas de cargos en junio de 2023, relacionados con su presunta acumulación de archivos de inteligencia sensibles en dormitorios, baños, salones de baile y sótanos de su complejo Mar-a-Lago. Posteriormente, la jueza del Distrito Sur de Florida, Aileen Cannon, desestimó el caso al fallar que Smith fue nombrado fiscal especial de manera ilegal, sin la aprobación del Congreso.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**