Como seguimiento al hecho ocurrido en el barrio San Miguel, próximo al kilómetro 8 y medio de la avenida Independencia, donde Mayrení Mateo dejó de vivir durante un conflicto con Rosa María Apolinar, han surgido nuevas reacciones que reflejan la tensión emocional entre los allegados de ambas jóvenes.
Residentes del sector, aunque señalan que ninguna de las dos vivía allí, afirman que ambas eran muy estimadas en la comunidad. Una vecina expresó que se encuentra “destrozada”, al tiempo que indicó que hacía mucho tiempo no se vivía una situación similar en esa zona. El duelo colectivo se ha visto acompañado por múltiples comentarios sobre la manera en que se desarrollaron los hechos, ocurridos en horas de la mañana del lunes.
La abuela de Rosa María Apolinar declaró que su nieta actuó en defensa propia. Afirmó que la joven, quien se encuentra en estado de embarazo, estaba siendo objeto de constantes presiones por parte de Mayrení Mateo. Según su testimonio, existía un historial de mensajes persistentes y frecuentes conflictos, motivados por un malentendido relacionado con el esposo de la hoy occisa. En sus palabras, “tenía a mi nieta en zozobra, mandándole muchísimas notas, porque ella piensa que estaba con el esposo de ella”. Agregó que su nieta “tiene su marido, su marido la llevaba al trabajo, la iba a buscar”.
Parientes de Apolinar han expresado temor ante posibles represalias por parte de los allegados de Mateo. Una mujer afirmó: “yo sé los años que le van a esperar a mi hija. Ahora las dos presas también, la mamá de ella y ella también”, haciendo referencia a que tanto Rosa María como su madre, Rosileni Apolinar, se encuentran detenidas.
Además, se mencionó que el conflicto entre ambas jóvenes pudo haberse evitado, según la opinión de algunos testigos. Un vecino sostuvo que el esposo de la hoy occisa llegó a advertirle: “mira, no te busques problemas con esas muchachas, porque eran cuestiones supuestamente de celos”, recomendándole evitar ese tipo de interacciones.
En medio del ambiente de pesar, otra mujer del entorno compartió que Mayrení se dirigía a su casa al momento del suceso, ya que ella cuidaba al niño de la joven. Manifestó su impacto al enterarse: “sí, da pena eso. Cuando me llama la vecina de al lado: ven a ver la muchacha que tú le cuidas al niño. Sí, ya tú sabes, mira cómo me pongo”.
Vecinos han coincidido en lamentar profundamente el caso. Algunos señalaron que se evidencia una creciente falta de control emocional y escasa comunicación entre los jóvenes. Una residente resumió el sentimiento general con la frase: “la justicia debe actuar”.
Mientras tanto, los restos de Mayrení Mateo serán trasladados a San Juan, su lugar de origen, donde será velada por sus familiares. La investigación oficial sigue en curso y las autoridades mantienen bajo custodia a las personas involucradas. El caso continúa generando preocupación en la comunidad.